El presidente Javier Milei anunció anoche que las entidades deportivas podrán asumir la figura legal de Sociedades Anómimas Deportivas (SA) en una decisión contraria a lo establecido en el Estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), estipula la condición de «asociación civil sin fines de lucro» como un requisito de admisión. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado este jueves en el marco de la emergencia económica decretada por el Gobierno dispuso un cambio en el artículo 19 bis de la norma N° 20.655, conocida como Ley del Deporte.
La modificación dispone que «se consideran asociaciones civiles deportivas integrantes del Sistema Institucional del Deporte y la Actividad Física, a las personas jurídicas previstas en el artículo 168 del Código Civil y Comercial de la Nación, que tienen como objeto la práctica, desarrollo, sostenimiento, organización o representación del deporte y la actividad física; y a las personas jurídicas constituidas como sociedades anónimas reguladas en la Sección V de la Ley N° 19.550 y sus modificatorias, que tienen como objeto social la práctica, desarrollo, sostenimiento, organización o representación del deporte y la actividad física».
Esta medida se contrapone con lo escrito en el Estatuto de la AFA, en su artículo 9 sobre admisión, suspensión y expulsión. En ese apartado, se dispone que los clubes a incorporarse en carácter de invitados por la AFA deberán revestir el carácter de asociaciones civiles sin fines de lucro«.
El DNU, sin embargo, indica que «no podrá impedirse, dificultarse, privarse o menoscabarse cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, si la misma está reconocida en esta Ley y normas complementarias».
El paquete de leyes de urgencia presentado por Milei reaviva un tema sensible para el fútbol, que estuvo presente en la campaña presidencial. El primer mandatario se pronunció como un admirador del «modelo inglés», que permite la libertad de capitales privados para adquirir clubes de fútbol.
«A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal. La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo. ¿A quién le importa quién es el dueño si le ganás y sos campeón del mundo?», planteó en una entrevista del año pasado.
La iniciativa también es compartida por el expresidente Mauricio Macri, a quien Juan Román Riquelme señaló en la campaña de las recientes elecciones en Boca por sus intenciones de privatizar el club si ganaba con la fórmula opositora que integró junto a Andrés Ibarra.
La AFA vs. las SAD
En la Asamblea General Ordinaria de la AFA, que se llevó a cabo el pasado 23 de noviembre en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza, más de medio centenar de clubes de diferentes categorías rechazaron la incorporación de las sociedades anónimas en el fútbol argentino.
La única entidad de primera división que no participó de aquella reunión fue Talleres de Córdoba, presidido por el empresario Andrés Fassi, dirigente cercano a Macri y copropietario del Grupo Pachuca, una organización que administra clubes de forma privada en diferentes partes del mundo.
«Nosotros somos defensores de las Asociaciones Civiles sin fines de lucro. Estoy más convencido que nunca que ese es el fútbol argentino que todos queremos, y por eso este es un tema terminado. Por eso no vamos a pelear contra algo que no existe», afirmó el presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, en su discurso de aquella Asamblea.
Días antes de esa consideración, los principales clubes de la AFA se habían pronunciado en sus canales oficiales con un contundente mensaje contra las SAD.
«Los felicito -abundó Tapia- porque en las páginas de sus clubes ya se han manifestado en contra. Las SAD no tienen existencia jurídica ni espacio dentro del estatuto. Por más que algunos ven y lo quieren mostrar como algo superador a lo que nosotros tenemos, si los clubes no estuvieran cumpliendo la función social que cumplen, no seríamos lo que somos», concluyó.