En medio de su gira por América del Norte con aspiraciones a posicionarse en el mapa político internacional, el presidente Javier Milei canceló su visita a Dinamarca ante las amenazas por la ofensiva bélica de Irán sobre Israel durante las primeras horas de la noche de este sábado.
«El presidente regresa a la Argentina para conformar un comité de crisis en virtud de los últimos acontecimientos ocurridos en Israel para ponerse al frente de la situación y coordinar acciones con los presidentes del mundo occidental», informó el vocero presidencial, Manuel Adorni, a través de su cuenta de X, confirmando la vuelta del jefe de Estado al país en la mañana de este domingo.
Tras conocerse la noticia, la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA) lanzó un comunicado en repudio al ataque por parte de Irán y reforzó su solidaridad y «compromiso inclaudicable» con el estado de Israel. Además recalcó el cambio en la política exterior del país, resaltando que la misma descansa en «la defensa de los valores de Occidente y en una visión común del mundo en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada».
En la misma línea, la OPRA expuso: «El Estado de Israel es baluarte de los valores occidentales en Medio Oriente y la República Argentina siempre estará de su lado frente a quienes pretenden su exterminio».
El primer encuentro oficial del presidente con los mandatarios daneses se iba a dar en el marco de la compra de 24 aviones de combate F-16 Fighting Falcon, adquiridos por el gobierno argentino por un costo total de 300 millones de dólares, que iban a ser entregados en una ceremonia. El mantenimiento de las naves, en tanto, correrá a cuenta de Estados Unidos por ser el país fabricante. De este evento también participará el ministro de Defensa, Luis Petri.
«Me alegra que Argentina se incorpore ahora a la comunidad F-16», declaró ante la prensa local la primera ministra de Dinamarca Mette Frederiksen. El encuentro se iba a dar en el marco del alineamiento que promueve el gobierno nacional con los países del norte en medio de la ofensiva occidental contra Rusia por la guerra con Ucrania y ahora la escalada entre Irán e Israel.
Milei y su valija de ilusiones
En medio de su viaje, el presidente se reunió este viernes con el multimillonario Elon Musk en su fábrica de autos eléctricos Tesla, en Texas. Con la ofrenda de la apertura de la comercialización de Starlink en Argentina –empresa dedicada al servicio de Internet por satélites también de titularidad de Musk–, el presidente llegó al sur norteamericano para pedir nuevas inversiones del multimillonario.
El éxito del encuentro se redujo a conseguir un álbum de fotos con el magnate frente a su lujosa empresa, el pedido de Musk de aumentar la tasa de natalidad del país –que en los últimos diez años cayó más de 32%– y una palmadita en la espalda por impulsar un modelo económico liberal. Fin.
Lo mismo ocurrió durante la cumbre que mantuvo con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, y los gerentes del organismo, Matías Bendersky y James Scriven. Aunque no trascendieron mayores datos sobre la cumbre, el presidente tiene en mente utilizar al BID como salvavidas.
La próxima meta que buscará cumplir el libertario será la eliminación del cepo, para lo que necesita, según los cálculos que él mismo hizo en una entrevista, cerca de 15.000 millones de dólares. Tomando como antecedente el desembolso que el organismo hizo al entonces ministro Sergio Massa para afrontar los vencimientos de la deuda con el FMI, el presidente confía en que el banco interamericano pueda aportar una importante cantidad de dólares que, sumados a la expectativa de que los argentinos «saquen los dólares del colchón», permitan levantar la restricción de compra de divisas a mediados de este año.
A pesar de que todas las partes calificaron la cumbre como fructífera, el apersonamiento de «uno de los cinco hombres más importantes del mundo» –según catalogan sus propios colaboradores digitales– no fue suficiente y el presidente volverá al país sin demasiadas novedades.
Tras la cumbre con los líderes del BID, Milei disertó en el Instituto de Políticas Públicas Jack D. Gordon (FIU) en Florida. «Si no hubiera sido por la administración desastrosa de los últimos 20 años, olvídense de tener un presidente anárquico libertario. Por eso se dio la triple carambola y todo estaba podrido, y ahora soy el primer presidente liberal libertario de la historia de la humanidad», reconoció el mandatario durante su intervención.
Sin inversiones ni novia, el miércoles 17, después de una semana afuera, el presidente arribará al país por la mañana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza para continuar su agenda de trabajo en Olivos que, como ya es costumbre, se mantiene en absoluta reserva.
El presidente está acompañado por una reducida comitiva, entre los que se encuentran su hermana y secretaria general, Karina Milei, y su rabino Axel Wahnish, quien fue seleccionado por el mandatario para ser embajador en Israel y cuyo pliego corre el riesgo de no ser aprobado por las internas que el libertario desató en el Senado con Martín Lousteau. «