Sin Pacto de Mayo ni acuerdo con gobernadores, el presidente Javier Milei viajó a Córdoba para conmemorar el 214° aniversario de la Revolución de Mayo en el Cabildo de la Ciudad. Junto al titular de la provincia, Martín Llaryora, el Gabinete nacional y un puñado de legisladores, el mandatario volvió a convocar a los líderes provinciales a firmar el Pacto de Mayo
Al inicio del discurso, el libertario se encargó de profundizar las notables divisiones que se perciben en las encuestas. Lejos de exponer un discurso de unidad, el presidente se refirió a “ellos y nosotros”, repeliendo a la mitad de la biblioteca que no la ve.
“El 25 de mayo es una fecha histórica para los argentinos, pero es una fecha especialmente importante para nosotros. Porque mayo para nosotros es mucho más que una fecha en el calendario, es una doctrina, un conjunto de ideas y principios que representa lo mejor de la tradición argentina. Mayo para nosotros es un concepto, una idea que se resume en dos principios: libertad y democracia”, sostuvo.
En tanto, tal como confirmó días atrás este medio, el presidente dio a conocer que, tras la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, el ejecutivo nacional conformará el Consejo de Mayo, en el que se conglomerarán un representante del empresariado, los sindicatos, los gobernadores y el Poder Legislativo nacional.
El plan del gobierno es convertir en proyectos de ley cada uno de los puntos económicos que conforman el Pacto e ingresar uno a uno para que sea tratado en el Congreso. Entre los puntos que incluye la lista de acuerdos se encuentra la inviolabilidad de la propiedad privada, un artículo incluido desde la primera versión de la Constitución Nacional en 1853.
Durante su discurso, el mandatario fue poseído por las figuras de los presidentes que lo precedieron. En un arrebato de alfonsinismo, el presidente recitó el preámbulo y, más adelante, el libertario le propuso “un nuevo sueño” al activo público que lo celebraba eufórico el mismo día que se conmemoran 21 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia.
Faltaron pactos, sobraron palos
En la previa del evento, la policía cordobesa reprimió con gases y balas de goma a los manifestantes que se conglomeraron en las inmediaciones de la Plaza San Martín en reclamo a las políticas económicas del presidente y su presencia en la provincia.
«Mientras no quieran ingresar al perímetro al que quieren ingresar, está todo bien. No van a llegar a donde nosotros no queremos que lleguen. Como dijo el ministro de Seguridad, el público puede llegar directamente a la plaza pero no vamos a permitir a los movimientos sociales y centrales», dijo ante la consulta de un cronista un empoderado uniformado.
Minutos después del inicio del conflicto, la naturaleza intervino en favor de los manifestantes y los gases lacrimógenos accionados desde atrás de los escudos fueron devueltos por el viento hacia la policía, obligando a retroceder al malón de botas dispuesto a dar su mejor show frente a su jefa, Patricia Bullrich.