Tras el fracaso en el Congreso la desorientación reina en el Gobierno y los libertarios comenzaron a amenazar a los gobernadores. “La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas”, dijo Javier Milei luego de la derrota.

El golpe que el gobierno recibió en Diputados desconcertó a los libertarios. La primera reacción fue amenazar a los gobernadores que negociaban cambios en la Ley Ómnibus. “Ahora van a ver lo que es un verdadero ajuste”, tuiteó Agustín Romo, legislador bonaerense y uno de los cerebros políticos de La Libertad Avanza.

Milei decidió viajar a Israel cuando aún no estaba cerrado el acuerdo para aprobar la Ley Ómnibus. Tras la derrota, el presidente se dedicó a darle “me gusta” a una serie de tuits, muchos de ellos pedían plebiscitar la normativa. Es más un grito de guerra que otra cosa: el plebiscito es una herramienta muy compleja de poner en práctica.

Insultos a los radicales («putitas del peronismo«) y la diputada libertaria Carolina Píparo completaron la metralla de “me gusta” que disparó el presidente. Una acción que complica los futuros acuerdos con los aliados opositores.

A sabiendas de que el oficialismo no tenía los votos para aprobar leyes clave, decidieron suspender la sesión y mandar la ley de nuevo a comisión. Todo indica que los libertarios cometieron el error de interpretar que aún estaban a tiempo de salvar la ley.

El ministro del Interior Guillermo Francos aseguró que la Ley Ómnibus estaba aprobada en general y en las comisiones solo se discutirían algunos artículos. Sin embargo, el reglamento de la Cámara de Diputados obliga a comenzar de cero.