En el marco del mes de la memoria y a días de un nuevo 24 de marzo, la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino organizó una jornada de memoria en un contexto de creciente negacionismo y vaciamiento sistemático de los Espacios para la Memoriade por parte de un gobierno que apuesta al negacionismo y reivindica las políticas represivas de la última dictadura cívico-militar. Este domingo se llevó a cabo la «Caravana de la Coordinadora de DDHH del Fútbol Argentino», una actividad que unió deporte, memoria y resistencia bajo las consignas «En nuestras tribunas nos faltan 30.000» y «Los sitios y la memoria se defienden», nos encontramos en un contexto en el que los .

El recorrido comenzó en Plaza de Mayo, punto emblemático de lucha donde las Madres y Abuelas han sostenido su histórica ronda. Cada institución deportiva colgó sus banderas alrededor de la pirámide, simbolizando el compromiso del fútbol con los derechos humanos. Luego, se realizó una foto grupal con una bandera y un grito colectivo en apoyo a Pablo Grillo, el fotógrafo gravemente herido durante los incidentes en el Congreso el pasado miércoles.

Fútbol y memoria

En este contexto, Mariel, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de Argentinos Juniors, resaltó la importancia de estas actividades en el contexto actual. «Sabemos la situación que están atravesando muchos de los sitios de memoria en la Capital Federal, con despidos y falta de financiamiento por parte del gobierno nacional. En este marco de retroceso, nos parece fundamental hacernos presentes en los espacios de memoria y seguir sosteniendo la lucha desde los clubes», expresó. Además, destacó las iniciativas que su club viene impulsando: «Los jugadores del plantel salieron a la cancha con el pañuelo de las Madres y Abuelas en las camisetas. También vamos a realizar un mural en el polideportivo Malvinas Argentinas y colocar una baldosa en homenaje a Felman, un jugador de nuestras inferiores desaparecido en la dictadura».

En sintonía con este compromiso expresado desde Argentinos Juniors, Juan Quirós, integrante de Banfield por los Derechos Humanos, hizo hincapié en la necesidad de que los clubes sigan sosteniendo estas luchas. «Este gobierno basa su política en el ajuste y la represión. Lo vemos cada miércoles con los jubilados que salen a reclamar sus derechos y son reprimidos con balas, gases y palos. No les importa la edad ni la salud, solo buscan callar la protesta. Nosotros, desde el fútbol, tenemos que acompañar y ampliar nuestra lucha, porque la jubilación, el trabajo, la educación y la salud también son derechos humanos», afirmó.

Sumándose a estas voces, Fernando Espósito, presidente de la Subcomisión de Cultura, Historia y Derechos Humanos del Club Atlético Huracán, destacó el trabajo que vienen realizando desde su espacio: «Uno de nuestros proyectos más ambiciosos fue la creación de un espacio cultural dentro del estadio, algo que de a poco estamos logrando con actividades como teatro comunitario, charlas y presentaciones de libros. También hemos reorganizado nuestra subcomisión en distintas áreas, incluyendo derechos humanos, historia y cultura».

En esta línea, Daniel Rabosto, referente del área de derechos humanos en Huracán, explicó que este mes las actividades tienen un fuerte enfoque en la memoria. «El 20 de marzo vamos a participar junto con el centro de estudiantes y docentes del CBC de Letras en una jornada especial. Además, desde el área de muralismo, estamos restaurando el mural de Adriana, la nieta recuperada número 126, en la Plaza Luna, a pocas cuadras del estadio, y sumaremos otro mural con temática de derechos humanos». También destacó la visita que realizaron al Espacio de la Memoria Virrey Ceballos y la planificación de nuevas actividades en materia de derechos humanos en el espacio cultural del club.

Marcelo Guazzardi, del Departamento de Derechos Humanos del Club Temperley, expresó: «Debemos mantener viva la memoria, porque intentan imponer el negacionismo y avalar las prácticas represivas. Este gobierno intenta imponer esas ideas a través del disciplinamiento de la protesta con represión. Es muy peligrosa esta práctica. Y lo peor, más allá de que estén negando todo lo que pasó, es que cada vez corren un poquito más y el límite se estira. La primera marcha, la de universitarios, bueno, hubo algunos palos y tres detenidos. Después, en la segunda marcha, empezaron con las balas de goma y hubo 30 detenidos. Y ahora, lo del pasado miércoles. Necesitamos convocar a la gente para que se sume, porque estamos naturalizando la violencia, naturalizando la muerte. Lo que le sucedió a Pablo Grillo es un claro ejemplo de cómo intentan disciplinar la protesta social. Y creo que la herramienta es esta, seguir trabajando en iniciativas colectivas como la actividad que propusimos y llevamos adelante en esta jornada de memoria, reivindicación y solidaridad con cada compañero y compañera, socios e hinchas de nuestros clubes, a quienes recordamos y abrazamos siempre».

Caravana por los sitios

La jornada continuó con una simbólica ronda en Plaza de Mayo, donde las camisetas de los clubes se mezclaron con los pañuelos blancos, y la caravana siguió su recorrido por sitios de memoria como el ex CCDTyE Mansión Seré, Olimpo y Automotores Orletti. Durante la visita guiada a la Mansión Seré, a cargo de la Dirección de DDHH del Municipio de Morón, se expusieron diversos aspectos clave que permitieron comprender la importancia de este lugar como un ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio.

Durante la charla, se mencionaron los testimonios de sobrevivientes que describieron las durísimas condiciones de detención y tortura a las que fueron sometidos. También se expusieron objetos recuperados en el predio, como fragmentos de documentos y materiales relacionados con la Fuerza Aérea, los cuales sirven como prueba irrefutable de la implicancia de los represores en los crímenes cometidos en el lugar.

Luego de la visita a la Mansión Seré, la caravana continuó su recorrido por el Espacio para la Memoria Olimpo, por donde pasaron al menos 500 compañeros y compañeras. Espacio que fue recuperado gracias al compromiso de los vecinos y las vecinas de la zona un lugar que, al igual que otros espacios, se ve afectado por la falta de recursos y el desmantelamiento de los equipos de trabajo que los gestionan. En este contexto, Victoria Montenegro, quien formó parte de la caravana junto a los clubes compartió su experiencia y preocupación por el presente de estos espacios. «Es muy importante que podamos habitar estos lugares de memoria. Hoy, lamentablemente, los sitios están cerrados, y los trabajadores de derechos humanos se enfrentan a una difícil situación: ya no pueden cumplir con sus funciones de manera plena. Esto no solo afecta a los sitios, sino a la memoria de todos los compañeros y compañeras que pasaron por ellos. Hay una falta de recursos y de apoyo que es cada vez más crítica, y eso se está viendo en los sitios de la ciudad de Buenos Aires, que están sufriendo también este proceso de desfinanciamiento», afirmó.

Montenegro agregó que la falta de recursos está afectando profundamente el trabajo en los espacios de memoria, ya que muchos de los proyectos de investigación, como los referidos a los niños secuestrados y apropiados por la dictadura, no pueden avanzar debido a la falta de personal y financiación. «Es fundamental que sigamos luchando por estos espacios, porque la memoria y la justicia son derechos que no podemos permitir que se pierdan», concluyó.

Otro de los momentos más significativos de la recorrida fue la visita al ex Centro Clandestino de Detención Automotores Orletti. Funcionó solo 176 días, pero por él pasaron más de 300 compañeros y compañeras. En el último punto de esta recorrida, Miguel «El Tano» Santucho compartió su testimonio con los presentes. Relató que Orletti era conocido por ser uno de los centros de detención más crueles, como parte de la red represiva del Plan Cóndor, que coordinó la captura y desaparición de militantes de distintos países del Cono Sur.

«Por este lugar pasó parte de mi familia: mi mamá, Cristina Navajas; mi tía, Manuela Santucho; y mi tío Carlos, quien fue asesinado en este sitio», relató. Santucho también expresó su preocupación por el deterioro de estos espacios de memoria, como Orletti, que están siendo desmantelados y carecen de recursos para su mantenimiento. A lo largo de su intervención, hizo un llamado a la necesidad de mantener vivos estos lugares, no solo como recordatorios de lo ocurrido, sino también como testimonio de lucha de todos los compañeros y compañeras.