Venezuela vive este viernes una jornada de máxima tensión por la jura de un nuevo mandato presidencial del actual presidente, Nicolás Maduro, mientras que el opositor Edmundo González Urrutia se basa en apoyos internacionales para intentar, nuevamente como ocurrió en 2019 con el diputado Juan Guaidó, deslegitimar al jefe de estado con una nominación paralela e incluso apropiarse de riquezas y propiedades expropiadas al país en el exterior.

Ante la situación que se avizora, con posibilidades de hechos de violencia, Maduro instaló los Órganos de Dirección para la Defensa Integral (ODDI), instancia que se activa por primera vez ante lo que consideró una «seria amenaza» que enfrenta su nación. El anuncio se hizo en el contexto de expectativas que existen de cara a este viernes, cuando sestán convocadas manifestaciones políticas del Gobierno y la oposición.

Maduro jurará su tercer periodo (2025-2031), tras ser reelecto el pasado 28 de julio. La oposición denunció presuntas irregularidades electorales y asegura que juramentará al excandidato Edmundo González como presidente. Los ODDI, según Maduro, son «el más poderoso órgano del Estado venezolano para garantizar el derecho a la paz«. «Todo el poder está integrado en esta fusión», precisó el mandatario desde el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, acompañado del alto mando militar y otras autoridades nacionales.

El tema tuvo sus derivaciones en las últimas horas, luego de que líderes opositores denunciaran la detención del excandidato presidencial Enrique Márquez y de Rafael Tudares, yerno de Edmundo González. En el caso de Márquez, el ministro del Interior y principal respaldo de Maduro, Diosdado Cabello, confirmó su captura y dijo que está acusado de haber organizado una supuesta ceremonia de investidura de González como presidente en un evento paralelo a la toma de posesión en Caracas.

Cabello dijo que Márquez «está vinculado» con un estadounidense del FBI que fue detenido estos días, así como con «el yerno del inmundo». Así, afirma que quien fuera también vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) tenía en su ordenador una «propuesta urgente sobre la juramentación, toma de posesión y poder dictar actos de gobierno provisionales del presidente electo Edmundo González Urrutia en un lugar distinto a la ciudad de Caracas, pero siempre dentro del territorio soberano de Venezuela».

La supuesta idea de Márquez apunta a una toma de posesión «ante una asamblea de ciudadanos venezolanos en una sede diplomática» de Venezuela, como «extensión irrenunciable de la soberanía» y «estando siempre dentro de la jurisdicción del territorio soberano» venezolano. A todo esto, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela pidió la liberación de Márquez, al que define como dirigente del partido Centrados en la Gente e integrante del Frente Democrático Popular (FDP); una plataforma que agrupa a organizaciones políticas y sociales de izquierda, populares y revolucionarias, entre ellas, el PCV.

En su intervención, el ministro Cabello anunció que el Ejército y la Policía distribuyeron por todo el país carteles de «se busca» contra siete expresidentes latinoamericanos a los que acusa de pretender «atentar» contra el país al manifestar que acompañarán al excandidato opositor. Por González se ofrece una recompensa de 100.000 dólares.

Cabello aseguró que los carteles, ubicados «por todo el territorio nacional, en puertos, aeropuertos, calles, alcabalas, avenidas» incluyen a los exmandatarios Andrés Pastrana (Colombia), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Vicente Fox y Felipe Calderón (México), Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares (Panamá) y Jamil Mahuad (Ecuador), a quienes ha tildado de «delincuentes».

Desde República Dominicana, el ex diputado Rafael Méndez envió a Tiempo una denuncia contra González y la comitiva que están en ese país del que afirmaron en primer lugar que partirán este viernes a Caracas. Pero según Méndez, ese grupo asaltará la embajada venezolana en Santo Domingo, lo que coincidiría con la acusación de Cabello. «Los sectores sensatos de la sociedad dominicana deben estar atentos, y rechazar el entreguismo de (el presidente) Luis Abinader por permitir que la República Dominicana sea instrumento de quienes no les importa el destino de nuestro país», afirmó Méndez.

En las últimas horas González recibió el reconocimiento como presidente del chileno Gabriel Boric y del gobierno de Canadá. No así de España, lo que menudo embrollo le causa a Pedro Sánchez, ácidamente cuestionado por el PP y el ultraderechista Vox.

Una de cal y otra de arena. Tanto México, como Brasil y Colombia, enviarán representantes a la jura de Maduro. No irán los jefes de estado, pero el detalle de los enviados funge como reconocimiento. En cuanto a Gustavo Petro, también apaleado por medios y dirigentes derechistas, el colombiano afirmó en un mensaje posteado en sus redes sociales que “(El expresidente Iván) Duque cerró la frontera y llamó a a bloquear a Venezuela, resultado: El hambre cundió en Venezuela y salió un éxodo de millones hacia Colombia. Arruinó a Cúcuta y la frontera y quedó en manos de la mafia. Maduro sigue ahí. Una brutalidad.

Maduro, mientras tanto, declaró que una de sus primeras medidas a partir de este viernes será la de impulsar «una gran reforma constitucional» con el objetivo de definir el rumbo venezolano para los próximos 30 años.

«Anuncio que el 10 de enero, luego de haber hecho el juramento obligatorio constitucional ante la Asamblea Nacional, el primer decreto que firmaré será constituyendo una amplia comisión nacional e internacional para ir a una gran reforma constitucional, con debate y diálogo de todos los sectores políticos, sociales, culturales y económicos del país», manifestó.

ALG con NA,Europa Press, Xinhua y Sputnik