El presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, encabezó este viernes un acto en el estadio de Atenas de La Plata en el que, más allá de criticar con dureza el rumbo del gobierno de Javier Milei, envió múltiples mensajes en medio de la interna con el gobernador Axel Kicillof y llamó a «armar de nuevo» el peronismo para volver a ganar en 2027, pero marcó un límite: «Basta de Sciolis».

El evento se realizó en el club de calle 13, entre 58 y 59, bajo la consigna «Armar de nuevo» y contó con la participación de ministros, intendentes y legisladores camporistas de primera línea y de otros sectores del peronismo. Fue la reaparición pública del diputado nacional tras meses de bajo perfil y a pocos días del plenario militante que encabezó Kicillof en Mar Chiquita y del acto que protagonizó la ex presidenta Cristina Kirchner en Merlo.

A lo largo de casi una hora y media, Kirchner habló montado a un escenario 360° de la situación actual como consecuencia de las políticas de Javier Milei, pero también hizo un racconto detallado de por qué el libertario logró ganar en las elecciones de 2023 y de las malas decisiones que fue tomando el gobierno de Alberto Fernández.

En el comienzo del discurso, Kirchner apuntó contra las políticas de Javier Milei y especialmente contra el Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI) que aprobó el Congreso Nacional. «Si nuestro pueblo tiene hambre y se llevan nuestros gastos, nuestro petróleo, la minería, el oro y la plata, es saqueo”, advirtió y consideró que «es imposible que los argentinos de bien acompañen un saqueo». 

No obstante, le pidió a la militancia que no se enoje y, por el contrario, se organice y salga a «convencer» a otros argentinos y argentinas en todos los ámbitos de la vida en lugar de enojarse o desanimarse: en la cooperativa de la escuela o del hospital hasta  los clubes de barrio. «Hay que salir a buscar a esos argentinos y argentinas, a pedirles que se involucren con el destino de su país», les dijo, y agregó: «Hay que dejar de patalear, hay que ponerse a construir, a seguir construyendo».

Luego se dedicó a hablar del peronismo y de la interna que lo atraviesa. Dejó cientos de frases dirigidas a responder las críticas que viene recibiendo La Cámpora hace tiempo. Aunque sin ser explícito, aseguró que hay dirigentes que «tienen miedo» y negó que desde su agrupación se «obstaculice» la gestión bonaerense como asegura el entorno del gobernador Kicillof.

«Siempre estuvimos para ayudar a todos los compañeros y compañeras en los desafíos que tienen», remarcó en lo que pareció una respuesta a la mesa políica del bonaerense y, especialmente, al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, por sus críticas públicas recurrentes contra los camporistas.

También pidió, siempre sin ser explícito, a dirigentes peronistas que dejen de hacerse las víctimas. «Si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, ¿qué nos queda a los que no hemos sido señalados y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer?», se preguntó. 

En otro momento, Kirchner reivindicó el liderazgo de la expresidenta Cristina Kirchner, aseguró que si lo desea será candidata y consideró que es importante aceptar las decisiones políticas de la conducción. «Cuando se tiene conducción, se tiene para cuando te dicen que sí, pero lo más importante es aceptar la conducción cuando te dicen que no también», advirtió.

Y ya hablando del futuro electoral no cerró la puerta a que CFK participe en el próximo turno electoral. «Si no quiere ser candidata no lo es, y si quiere lo es. Estamos bastante grande todos nosotros y nosotras para hacernos cargo del destino y si ella sale a caminar mejor todavía», aseguró.

En uno de los tramos más duros de su discurso, el diputado nacional se despachó contra el actual secretario de Turismo y ex dirigente peronista Daniel Scioli. Primero sostuvo que Scioli noganó en 2015 «porque el que no militó nunca fue él».

Recordó también que en la definición de las candidaturas de 2023 hubo quienes dudaron entre elegirlo o él o al senador Eduardo «Wado» De Pedro. «Lamentablemente, hubo personas que dudaban sitenía que ser Scioli o Wado. A ustedes les parece, miren dónde está el compañero, miren dónde está Scioli, y nos vienen a pedir autocrítica a nosotros. Autocrítica hagan ustedes», tiró.

Ya en el final, al hablar del desafío que tiene el peronismo por delante para construir un proyecto que le permita volver a ganar volvió a apuntar al ex gobernador bonaerense. «Basta de Sciolis. La frustración del peronismo se debe a aquellos que, tras llegar al Congreso, se dan vuelta como una media», dijo antes de llamar a la militancia a «armar de nuevo» para «ser parte de la resurrección» cuando el gobierno de Milei concluya lo que vino a hacer.

Participaron del acto los intendentes Mayra Mendoza (Quilmes), Mariel Fernández (Moreno), Federico Achaval (Pilar) Federico Susbielles (Bahía Blanca), Mariano Cascallares (Almirante Brown) Juan Mancini (Suipacha) y Fernando Raitelli (Brandsen). Estuvieron también Federico Otermin (Lomas de Zamora), Gaston Granados (Ezeiza) Andrés Watson (Florencio Varela), Nelson Sombra (Azul), Gustavo Menéndez (Merlo), Julián Alvarez (Lanús) y Maxi Wesner (Olavarría), entre otros.

También dijeron presente los legisladores nacionales Juliana Di Tullio, Wado De Pedro, Leopoldo Moreau, Leo Grosso y el ex canciller Jorge Taiana, además de los ministros bonaerenses Nicolás Kreplak (Salud), Juan Martín Mena (Justicia) y Daniela Vilar (Ambiente), todos enrolados en La Cámpora.