La señal de noticias LN+ recibió con preocupación las últimas mediciones de rating, que marcan un previsible deterioro en su posicionamiento frente a sus competidores. Especialmente frente a A24, que recuperó terreno con el regreso de Eduardo Feinmann, Antonio Laje y Luis Novaresio, periodistas estrella que habían tenido un fugaz paso por la señal ligada al ex diario de los Mitre. Para intentar paliar ese retroceso, LN+ modificó su programación. Aunque no presenta nuevas incorporaciones —fuera de la temporada habitual de pases—, sí realizó un reacomodamiento interno en su grilla.
Crear dos, tres… muchos Trebucq
La modificación más notable es el aumento en la presencia de Esteban Trebucq. El conductor calvo, de muy buena relación —por decirlo en términos elegantes— con el presidente Milei y con funcionarios de primera línea, suma un nuevo ciclo de 10 a 12 que se suma a su ya consolidada presencia en la señal. Otro que cambia de horario es Horacio Cabak, que ocupará la franja de 7 a 10, una franja muy competitiva.

Entre los perjudicados por el reordenamiento, el ciclo de Arturo Pérez Vidal en la primera mañana se verá recortado, con el objetivo de atenuar su mal desempeño en términos de audiencia. En tanto, el programa de Paulino Rodríguez se trasladará al mediodía, en una franja menos competitiva, también con la intención de reducir su impacto negativo en el promedio general diario.
Por su parte, el ciclo de Juan Pablo Varsky pasará a la franja del regreso, de 17.30 a 18.30, donde compite directamente con Eduardo Feinmann, ex LN+ y actual figura central de A24. En la continuidad de ese horario, tomará la posta Cristina Pérez —esposa del ministro de Defensa, Luis Petri—, quien seguirá al aire hasta las 20. Es otra de las figuras beneficiadas por los cambios.
Majul se queda corto
La señal busca así recuperar el liderazgo perdido. Aunque históricamente se mantuvo por detrás de TN y C5N en el promedio general, en determinados horarios —como el prime time— lograba imponerse. Actualmente, desde la salida de Juan Cruz Ávila de la gerencia de programación y la llegada de Luis Majul como nuevo responsable de la señal, los números no dejan de caer.

Este rendimiento decreciente también permite matizar las lecturas apresuradas que aplican aritmética automática para evaluar el rendimiento de los ciclos periodísticos. Los especialistas en análisis de audiencias suelen problematizar una lógica habitual: que a los programas oficialistas les va bien cuando al oficialismo le va bien. Esa relación no es tan directa en un ecosistema como el de los canales de noticias argentinos, donde la oferta oficialista tiende a expandirse más allá del caudal electoral real de la derecha, si se toman como referencia los resultados de las últimas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
Más de una vez se ha dicho que el público no sigue ideologías sino personas. Los modestos números de LN+ y su necesidad de apostar por figuras más estridentes, como Cabak y Trebucq, refuerzan esa hipótesis. Al mismo tiempo, señalan una estrategia clara: potenciar sus perfiles más funcionales al discurso de gobierno y preparar el terreno para un año electoral agitado. Por ahora, sin embargo, los números no acompañan.