Noctua Partners es una administradora de fondos de inversión registrada en Estados Unidos, que tiene sedes en Miami y Delaware, y que administra fondos de inversión con sede en Islas Caimán. Se trata de una empresa off shore, que en las últimas horas debió reconocer que el actual ministro de Finanzas, Luis Caputo, fue su dueño indirecto, su accionista indirecto y que, por lo tanto, tuvo control sobre la compañía hasta el 25 de noviembre de 2015, más precisamente diez días antes de asumir como funcionario.
Esta información contradice lo expuesto por quien ocupa un puesto clave en el gobierno de Mauricio Macri. Y no sólo eso: revela que Caputo ocultó al asumir su condición de accionista de sociedades offshore creadas para administrar cientos de millones de dólares en paraísos fiscales a través de Noctua.
La información fue divulgada a partir del conocimiento de nuevos documentos de la Securities and Exchange Commission (SEC), la comisión de Bolsa y Valores estadounidense, a los que tuvo accedo el equipo argentino de Paradise Papers. En esos papeles se define Caputo como su fundador, además de dueño indirecto y «accionista indirecto, al tiempo que describe las funciones que además cumplía como mánager y asesor financiero de la empresa. Allí se estipula que el carácter de vinculación con la empresa del ministro argentino fue indirecto ya que Noctua está conformada por diversas sociedades offshore. Esto significa que la relación entre ellas es cruzada, lo que implica una cadena difícil de rastrear, toda vez que Caimán les garantiza el secreto. Por ejemplo, se revela que Caputo tuvo al menos más del 75 % de las acciones de Princess, hasta mediados de julio de 2015.
La compañía formaba parte de una cadena de firmas que interactuaba entre sí, ya que ella a su vez era dueña de otra sociedad, la Affinis Partners II, registrada en las islas Caimán. Y ésta, de igual modo, era la dueña directa de Noctua. La cadena es muy extensa.
Vale destacarse que registrar empresas en los llamados paraísos fiscales, si bien es reprochable desde el punto de vista ético, no es ilegal, en tanto el beneficiario lo declare a las autoridades fiscales del país en el que reside. Pero Caputo, nada menos que uno de los funcionarios de mayor importancia del gobierno no lo hizo Y hasta lo negó: «Nunca fui propietario ni accionista de Noctua ni de Princess, sino asesor, administrador, fiduciario y/o manager», explicó.