Vacunas, contagios, UTI y fallecimientos. Esos son los ítems que acaparan la opinión pública cuando se habla del Covid 19 en Argentina. Pero mientras tanto, sin demasiada difusión, avanzan los tratamientos, en los que el país fue vanguardia. Junto al plasma de convalecientes, el otro gran desarrollo fue el suero equino hiperinmune que ya fue utilizado por más de 5 mil pacientes con cuadros moderados o graves de coronavirus. En los últimos días se anunció su capacidad para contrarrestar también las cepas Manaos y la del Reino Unido, que representan casi el 80% de los casos actuales. La mortalidad observada en pacientes con cuadros severos fue del 12%, y evitó que 9 de cada diez que lo utilizaron fueran a terapia intensiva. Ya produjeron 50 mil tratamientos, y avanzan las negociaciones para exportarlo a México.
El desarrollo creado por científicos del Conicet, la Universidad de San Martín (UNSAM) y la empresa Inmunova tiene una capacidad neutralizante “mayor a 20 mil, un valor 100 veces superior al promedio observado en plasma de pacientes convalecientes y de personas que han sido vacunadas”, según informaron.
Este tratamiento despierta esperanzas para enfrentar la pandemia en el corto y mediano plazo, en pleno pico de la segunda ola. Luego de la autorización bajo condiciones especiales de la Anmat el 22 de diciembre y las recomendaciones sobre su uso del Ministerio de Salud de la Nación, más de 5000 pacientes, en 179 centros de salud de 16 provincias fueron tratados con este suero. “Se demostró una mejoría clínica en pacientes de moderados a severos sobre todo entre los 14 y 21 días después de aplicado el medicamento, y una tendencia a la disminución de la mortalidad, de la entrada a terapia, y de la necesidad de asistencia respiratoria mecánica”, detalla a Tiempo, el doctor Fernando Goldbaum, investigador superior del Conicet y director del Centro de Rediseño e Ingeniería de Proteínas de la UNSAM, del Laboratorio de Inmunología y Microbiología Molecular de la Fundación Leloir, y del laboratorio Inmunova.
El suero hiperinmune anti SARS-CoV-2 se basa en anticuerpos policlonales que tienen la característica que «reconocen y unen en varias regiones a la molécula clave del virus, bloqueando los sitios de interacción con su receptor humano lo que disminuye el riesgo de escape viral». Fue aprobado para pacientes adultos con la enfermedad entre moderada y severa dentro de 10 días del inicio de síntomas. Esto incluye a hospitalizados sin necesidad de oxígeno, pacientes con uso de oxígeno con máscara y ventilación no invasiva, y a quienes están internados y utilizan oxígeno de alto flujo. Para usarlo debe haber consentimiento informado y un constante monitoreo de eficacia, efectividad y seguridad para continuar recopilando datos a lo largo de un año.
“A la fecha de hoy ya pasamos los 5.000 pacientes que se están realizando el tratamiento con el suero hiperinmune en todo el país. Supera en 50 veces a las pruebas que realizamos en laboratorio que dieron resultados concretos”, agrega Goldbaum. Asegura que los resultados son muy positivos: “Lo que se está viendo es una mortalidad baja, una proporción de pacientes que ingresan a terapia también baja, y una baja necesidad de la asistencia respiratoria mecánica. Hace unas semanas presentamos un informe a la Anmat donde se detalla que estamos teniendo una mortalidad general de alrededor del 12% que es muy baja teniendo en cuenta que la gran mayoría de estos pacientes estaban en una situación muy grave”.
El especialista asegura que el tratamiento argentino tiene un nivel muy superior de eficacia respecto a todos los ensayos clínicos a gran escala realizados por ejemplo en Inglaterra, a partir de la Dexametasona, donde se comprobó que mejoraba sobre todo a los pacientes críticos. En ese ensayo clínico realizado sobre miles de pacientes británicos, concluyeron que la mortalidad fue alrededor del 25%. El suero hiperinmune: 12 por ciento.
Pese a su eficacia, el tratamiento con no se realiza masivamente en el país. “En la provincia de Buenos Aires llegamos a alrededor de 800 pacientes tratados en los hospitales públicos, casi la misma cifra se repite en Córdoba, se está utilizando masivamente en Corrientes que supera los 900 pacientes tratados, y después se reparten en el resto de las jurisdicciones. Pero no está siendo aplicado en la zona metropolitana, una de las más afectadas. Al ser un tratamiento nuevo que los médicos lo tienen que conocer y crear un vínculo de confianza con él, a veces es lenta la adopción de la nueva terapia”, destaca Goldbaum.
Si bien son los diferentes Ministerios de Salud los que lo reparten a cada hospital y sanatorio, tanto las obras sociales como las prepagas pueden adquirirlo en droguerías, siempre que el médico tratante lo prescriba. Goldbaum asegura que si creciera la demanda, ya tienen fabricadas 50 mil dosis. Mientras, avanzan las tratativas para exportarlo a México. «
Doce mil pacientes con plasma
El otro gran desarrollo en cuanto a tratamientos es el plasma de convalecientes, que ya fue utilizado en más de 12 mil pacientes de hospitales públicos bonaerenses. En diálogo con Tiempo, Alejandra De Bonis, directora asociada del Centro Regional de Hemoterapia de La Plata, destacó que “el plasma fue lo primero que se planteó cuando empezó la pandemia, a partir de la experiencia que tuvimos con la fiebre hemorrágica argentina en los ’50. Acá en la Provincia de se utiliza en todos los hospitales públicos en pacientes con Covid de todas las edades”.
El tratamiento con el plasma tiene una alta eficacia si se aplica en etapa temprana, a menos de 3 días de haberse confirmado la enfermedad. Al momento hay 4.500 donantes de plasma. De lo que done cada uno se puede tratar hasta 5 personas. Actualmente llevan producidas 15.300 unidades de plasma. “En la medida que nos terminemos de vacunar y de que logremos la inmunización completa de la sociedad, son estos los únicos tratamientos disponibles. Por eso invitamos a todas las personas que se recuperaron de Covid a que vengan a donar, porque tenemos que seguir produciendo para aquellos que se están contagiando en la última etapa de la pandemia”, concluye.