Días atrás Alicia Caballero, presidenta de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), perteneciente a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación, reconoció que no se abrirán nuevas convocatorias a proyectos de investigación científica a lo largo de 2024 “porque no tenemos fondos”. Especialistas de distintos ámbitos advirtieron que ello implica una virtual paralización de la ciencia en el país. La política parece ser la misma en otras áreas de investigación, incluso abocadas a cuestiones sanitarias. Por caso, el programa Salud Investiga del Ministerio de Salud de la Nación.
Desde hace más de dos décadas, ese programa impulsa proyectos de investigación a partir de llamados a concurso anuales y becas para profundizar sobre diversos temas sanitarios: salud mental, vacunación, enfermedades, alimentación. Los proyectos aprobados en 2023 debían recibir sus primeros pagos en marzo y julio de este año. La Asociación Argentina de Salud Pública (AASAP) alertó que esos pagos no se concretaron y que la cartera que conduce Mario Russo responde con “evasivas”, y se preguntó si efectivamente el programa ya está “desfinanciado y al borde de la muerte”.
“Las respuestas de la Dirección de Investigación en Salud del Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de la Dra. Consuelo Durand, son elusivas y sin precisión respecto a la fecha de resolución de los ‘problemas administrativos’ que se aducen como causa. Parecieran no considerar que, cuanto más tiempo pasa, más se deprecia el valor de los montos previstos para las becas. Además, no se ha abierto una nueva convocatoria para el período 2025”, advirtió la AASAP mediante un comunicado, y añadió: «Tal como expresara el destacado científico Alberto Kornblihtt en sesiones informativas en el Congreso de la Nación a comienzos del año: ‘el desfinanciamiento del sistema de Ciencia y Tecnología es equivalente a dejarlo morir’. El Programa Salud Investiga del Ministerio de Salud está en condiciones críticas.»
Lo que está en juego
“Estas becas tienen una larga trayectoria. Son becas en las que se llama a concurso, se otorgan a temas diferentes que salen de consultas con referentes que tiene el grupo de Salud Investiga y hay jurados. Son becas pequeñas, sin montos importantes pero que contribuyen a los gastos de funcionamiento. Este año, por primera vez desde que existen las becas, no se cumplieron los plazos comprometidos entre los adjudicatarios y el Ministerio para la entrega de los informes y las cuotas de los estipendios de las becas”, denunció el médico Enrique Abeyá Gilardón, pediatra y sanitarista, presidente del Consejo De Nutrición Pública de AASAP.
La entidad es el centro coordinador de uno de los estudios paralizados, elaborado junto a la Fundación Sanar. Esa investigación apuntaba a detectar “violaciones al Código Internacional de sucedáneos de la leche materna en Argentina en el entorno digital. Un estudio descriptivo desde la perspectiva de los derechos a una alimentación adecuada de niños y niñas menores de 3 años”.
“Ese código está orientado a pautar los aspectos regulatorios en términos de publicidad y propaganda de sucedáneos de la leche materna, ahora llamadas fórmulas comerciales infantiles. El principio fundamental para la industria no es el proveer un alimento que reemplace a la lactancia, es la mercancía. Todos los argumentos de difusión están orientados a hacer más vendible un producto que mueve miles de millones de dólares. Se buscaba hacer un relevamiento de lo que en Argentina se usa como argumento de comercialización sobre todo en medios digitales”, explicó el especialista sobre el proyecto aprobado en el marco de esa Asociación, pero desfinanciado.
“Esto se enmarca dentro de toda la política del gobierno en términos de la investigación y la ciencia. No creo que sea por el tema, porque no somos los únicos que no recibimos los pagos. Varios que hemos consultado nos dijeron que están en la misma situación”, contó Abeyá Gilardón, en diálogo con Tiempo.
El listado de proyectos ganadores de las becas 2023-2024 está publicado en la web del Ministerio de Salud. Incluye investigaciones sobre diarreas en Tucumán, sífilis en personas gestantes en la Provincia de Buenos Aires, infancias en internación domiciliaria en Santa Fe, efectos de la pandemia de Covid-19 en la atención de pacientes con cáncer y muchos otros temas.
Desde la cartera que encabeza Russo respondieron a este medio que «se ha procedido solo al 1° pago de las becas y está en curso el 2° pago», sin detalle sobre plazos vigentes. A futuro, aseguraron que «actualmente el área se encuentra en la etapa de planificación y delineamiento de la convocatoria de Becas Salud Investiga 2024-2025».
La nutrición infantil y un drama creciente
Abeyá Gilardón fue uno de los pediatras que a principios del mes pasado impulsó una carta abierta para reclamar “no al hambre de las niñeces”. En el texto, cientos de profesionales de la salud expresaban su “consternación ante la gravedad de las decisiones tomadas por el Gobierno Nacional, que impiden el acceso de miles de niñas, niños y adolescentes a una alimentación básica imprescindible para su normal crecimiento y desarrollo”.
“Cuando lanzamos la carta teníamos 400 adhesiones. Después de dos semanas éramos más de 1000. Después salió la de la Sociedad Argentina de Pediatría, en sinergia con el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, y la campaña de Unicef (que visibiliza que en el país ‘cada día, un millón de niñas y niños se van a la cama sin cenar’). Colegas que están en centros de referencia como el Garrahan, el Gutiérrez y hospitales pediátricos de las provincias dan cuenta del agravamiento de los chicos que concurren”, alertó el médico.
En la previa de una reunión del Comité de Nutrición de la SAP, advirtió sobre una situación que está causando especial preocupación: “Se están dando internaciones pediátricas por deficiencia de vitamina B12 en chicos amamantados por mala alimentación de la madre. Hace años ya se observaban ciertos niveles de deficiencia. La novedad es que se está viendo el agravamiento de la situación nutricional de los niños. Eso es lo dramático y parece que al gobierno no le preocupa. Se desentiende totalmente de la responsabilidad del Estado como garante del derecho a la alimentación”.