De acuerdo a la información del gobierno de Joe Biden, las dos primeras reuniones en Doha para alcanzar un alto el fuego en Gaza fueron provechosas y habrá que esperar novedades positivas en cuanto se renuncien las conversaciones, desde este miércoles. Incluso en Washington indican que el plan elaborado por la Casa Blanca tiene el firme apoyo de Qatar y Egipto, los otros dos mediadores. El problema es que Hamás no participó de la ronda de negociaciones y que Israel volvió a atacar objetivos en la Franja provocando una decena de muertos y ordenó evacuar seis sectores del campo de refugiados de Al Maghazi donde afirma que habrá nuevos bombardeos. Esto en la semana en que la cantidad de gazatíes asesinados desde los ataques del 7 de octubre superó los 40.000 y cuando EE UU anunció nuevos fondos por 20.000 millones de dólares para la provisión de armas a Israel.

Una declaración conjunta de Estados Unidos y Egipto emitida este viernes da cuenta de que se presentó una “propuesta de acercamiento” a Israel y Hamás que sigue la resolución 2735 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que insta a un cese al fuego «inmediato, integral y completo»  para poner fin al conflicto.

La administración Biden indicó que la iniciativa de Washington contempla tres fases. La primera implicaría el retiro israelí de las zonas pobladas de Gaza y la liberación de presos palestinos y los rehenes más vulnerables en poder de Hamás. El plazo de cumplimiento sería de seis semanas. La segunda etapa entraña la liberación del resto de los rehenes y el término de las hostilidades, mientras que el último paso sería la reconstrucción de la Franja y la entrega de los cuerpos de los fallecidos.

Pero las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuaron con sus persistentes ataques en todo el territorio de la región. Así, diez civiles de nacionalidad siria murieron y otros cinco resultaron heridos en un bombardeo en el sur de Líbano en las inmediaciones de Kfur y Tul. Este sábado la radio de las FDI informó que en respuesta, Hezbollah lanzó más de 40 cohetes contra poblaciones del norte de Israel. La alarma antiaérea ha podido ser escuchada en las zonas de Hulata, Yesud HaMa’ala, Sde Eliezer, Ayelet Hashachar, Gadot, Mishmar HaYarden y Machanayim, afirma la agencia Europa Press.

Por la noche del viernes también se registraron bombardeos en Al Zawaida, la ciudad de Gaza y Jan Yunis, en la Franja. En este caso perdieron la vida once palestinos, entre ellos dos niños. El vocero del ejército israelí, Avichai Adraee, publicó una orden en árabe para la evacuación de los refugiados en Al Maghazi, en el centro del enclave, y de tres barrios de la localidad de Jan Yunis: Saladino, Faruq y Amal. La agencia rusa Sputnik indica que Hamás no está demasiado de acuerdo con lo que está negociando en Doha. «No ha habido ninguna reacción a las iniciativas que hemos presentado. Además, Israel ha impuesto condiciones adicionales y quiere imponer una nueva realidad», cita Sputnik a Walid Kilani, vocero del movimiento. «No queremos enterrar de antemano estas negociaciones, pero los israelíes siguen obstaculizándolas, como ya hicieron en rondas anteriores», añadió el portavoz. Entre las nuevas exigencias figura el control israelí de los pasos de Nezarim y Rafah.

Por si esto fuera poco, se produjeron ataques de colonos israelíes contra una aldea palestina en Nablus, Cisjordania. Ocupantes ilegales, algunos de ellos encapuchados, prendieron fuego a vehículos y edificios y arrojaron bombas molotov en la aldea de Jit, según informó The Times of Israel. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, condenó los asaltos “cuyo objetivo es aterrorizar a los civiles palestinos”, dijo. Pero no llego a calificarlos de «ataque terrorista».

El Movimiento de Resistencia Islámico, a su turno, apoyó al reclamo del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para detener las hostilidades durante siete días mientras se realice una vacunación contra la polio tras haber detectado varios casos en la región. El Ministerio de Salud la Autoridad Palestina confirmó un primer caso de polio en la ciudad de Deir el Balá, en un bebé de 10 meses y desde entonces se notificaron otros tres casos de niños con síntomas compatibles con la poliomielitis.  «