Una sola frase pronunciada con saña, mentiras y, sobre todo, odio en boca del primer mandatario de la Argentina, Javier Milei, bastó para desatar el repudio y autoconvocar a miles y miles de personas en el país y en el mundo contra la avanzada anfifascista y antirracista que la derecha intenta imponer.

El segundo discurso (inolvidable por la brutalidad del contenido) ante el Foro Económico Davos del presidente libertario fue dos días después de la asunción de Donald Trump. Tal vez para ganarse la simpatía del mandatario y acumular adhesiones antiagenda 2030, Milei fue a fondo y no salió bien. Y la prueba está en todos los intentos que hicieron los voceros del gobierno (periodistas incluidos y hasta el mismo presidente) por bajarle el tono a esos dichos. Demasiado tarde. Para entonces, personas LGBT organizadas y no, personas migrantes y feministas llamaron a una multitudinaria asamblea en Parque Lezama que tuvo como resultado la convocatoria para la primera Marcha del Orgullo Federal Antifascista y Antirracista. Más de cien localidades y varios países se suman a este grito en defensa de la democracia.

“Salir a las calles tejiendo redes antifascistas, antirracistas y en defensa de nuestros derechos”

María Pía Ceballos integra el Movimiento Trans Argentina (MTA) de Salta. Afirma que lo trascendental de esta masiva marcha es el desplazamiento de la lucha contra el neoliberalismo hacia una lucha contra el fascismo y el racismo. “Es urgente, es necesario poner un freno a tanto discurso de odio, a tanta política de crueldad y deshumanizante de nuestras vidas”, expresa Pía a Tiempo Argentino. Afirma que las asambleas que culminaron con la invitación a la marcha tienen un espíritu de participación colectiva y de circulación de la palabra. “Las asambleas que se han realizado en todo el territorio nos permitieron abrazarnos, pero también dejar de lado los miedos, las angustias, el malestar y unirnos en un solo grito en las calles. Salir a las calles en todo el territorio tejiendo redes antifascistas, antirracista y en defensa de nuestros derechos”.

Para María Rachid, titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo CABA e integrante de la FALGBT, lo más importante de esta convocatoria es que se trata de “una expresión de la sociedad en su conjunto respecto de la violencia, la discriminación y el odio que provienen del gobierno nacional. Va más allá incluso de las organizaciones de la diversidad y de las mujeres. Como toda expresión de la sociedad es un mensaje contundente para el presidente, que creo que va a poner algún límite para estas expresiones. No creo sinceramente que se termine el odio del gobierno nacional porque el gobierno de Milei es odio. Pero creo que la sociedad le pone un límite a ese odio”.

“Esta reacción es una muestra de, primero, la capacidad de organización de autoconvocados, de autoconvocadas, del colectivo de la diversidad”, dice desde Tucumán, Bruno Bazán, activista LGBTI e integrante de Identidad Marrón.

“Si tenemos leyes en la historia reciente de nuestro país (2010, 2012 y en adelante) que garantizan derechos humanos básicos, es por el resultado de años de organización. Esa organización fue creciendo y diversificándose. Hay, desde la sanción y del gran debate que tuvo la Argentina por Ley de Matrimonio Igualitario generaciones de ciudadanos y ciudadanas, de familias de Argentina que dicen ‘esto no se permite’, ‘esto no es aceptable en nuestro país’, ‘esto no es aceptable en nuestra democracia’”.

Una sociedad que acompañó las luchas por las leyes de igualdad

La inesperada masividad de la convocatoria fue tal vez sorpresiva para el gobierno, pero también para el mundo de la política, en un año electoral.

“Gran parte de las referencias políticas están entre perplejas y confundidas. Me parece que hacen lecturas equivocadas. La sociedad argentina es la misma sociedad que ha acompañado las luchas de matrimonio igualitario, las luchas por la ley de identidad de género, la lucha contra la violencia hacia las mujeres. La sociedad no cambió en relación a estos temas, que haya ganado Javier Milei, la presidencia de la nación no es una consecuencia de un cambio de posición de la sociedad. Sí tiene que ver con el odio, con la bronca con la decepción con el rechazo a un Estado que no funcionaba como tenía que funcionar”, analiza María Rachid.

“Javier Milei no está en el gobierno nacional producto de una posición política en contra de las diversidades y de las mujeres ni tampoco en contra del Estado. Pero esas lecturas equivocadas generan silencios dolorosos, hay confusión, y una perplejidad que también generan otros silencios dolorosos. La sociedad de manera autoconvocada y con el acompañamiento de las organizaciones y de sus referencias se están expresando. De alguna manera están empujando también que los referentes, les referentes en la política se expresen para acompañar esta movilización”, agrega Rachid.

Foto: Charly Díaz Azcué – Comunicación Senado

“Esta marcha puede desconcertar al gobierno”, expresa, por su parte, Pia Ceballos. “Podemos ser miles en las calles, porque no se trata solo de las personas gays, lesbianas, travestis, trans, personas de la disidencia, sino que se trata del conjunto de mujeres, de trabajadores, de jubilados, discapacitados, pueblos originarios, migrantes. Es decir, es una marcha para todos los sectores y a quienes integran a la fuerza popular.

En ese sentido, destaca Ceballos la división que percibe en el sector político. “Algunos más progresistas se han adherido a la marcha, otros no pudieron emitir pronunciamiento frente a los terribles dichos del presidente en Davos, y otros han convocado a marchar. Entonces, de ahí destaco que las asambleas y la convocatoria tuvieron un enorme impacto en el sujeto político. Esa acción espontánea de llenar la plaza, de llenas cientos de plazas del país, muestran que no estamos solas, ni solos, ni soles. Nos tenemos y tejemos vínculos, tejemos alianzas, tejemos familias, tejemos comunidad. Es una lucha que nos invita a estar todos y todes juntes, a levantar una bandera federal del orgullo antifascista y antirracista LGBTQ+”.

Por un proyecto de país democrático

Bazán analiza qué impacto puede tener esta marcha en Tucumán, provincia gobernada por Osvaldo Jaldo, declarado antiderechos, y quien llegó a gobernador con los votos del peronismo, pero fue el primero en correr a los brazos de Javier Milei cuando éste demandó alianzas.

“En Tucumán esta marcha llama a todos los sectores que están siendo atacados por el gobierno nacional, y que sufren las medidas del gobierno provincial que a su vez acata las órdenes del Estado Nacional, a unificarnos bajo una consigna de orgullo antifascista y antirracista”.

Afirma el activista que una de las tres marchas más grandes que se realizaron en 2024 fue la de orgullo LGBT, y que, de eso, recién pasó un mes. “Entonces nos encuentra articulados, articuladas. Estamos encontrando cada vez más todas las personas las distintas causas, las distintas luchas para unificarnos. Me parece que el impacto va a ser muy positivo porque hace falta salir a la calle, algo que todo el año pasado costó mucho. Ojalá en el comienzo del año electoral también sea la muestra para todos los políticos y políticas que no se puede quitar derechos a la diversidad ni a los feminismos, no se puede dejar de hablar de feminicidios, no se puede dejar de hablar de Ley Micaela, no se puede dejar de hablar de ESI, no se puede dejar de hablar de identidad de género en nuestro país. Y mucho menos en nuestra provincia”.

Todavía, ni desde los políticos nacionales ni desde los provinciales se ve una reacción, afirma Bazán. “Cuando la sociedad, las organizaciones y los activismos no esperan -como fue en este caso-, a que se expida ningún representante, ningún político, es un síntoma de que falta representación. Ojalá tomen nota de por dónde está el enfrentamiento político profundo al gobierno de Milei. Hoy no tiene que ver con contar o sumar votos, con contar o sumar apoyos de redes, de partidos. Tiene que ver con efectivamente volver a proyectar y a pensar un proyecto de país y volver a pensar en grandes palabras, en mayúsculas, qué va a ser nuestra democracia”.

Contra el odio

Para lxs tres activistxs, la autoconvocatoria para la asamblea y el llamado posterior a la marcha demuestra que hay en la sociedad un rechazo hacia los discursos de violencia y de odio. “Hoy ya no importa si se es opositor o no al gobierno, basta con no coincidir con algo, con cuestionar o hacer una crítica y aparece el disciplinamiento como una herramienta brutal de persecución y de ataques en las redes sociales”, afirma, desde Salta, Pia Ceballos.

“También hay que decir que esa persecución que se ha mencionado en el discurso en Davos, las travestis la conocemos, porque hemos sobrevivido a épocas muy difíciles donde el calabozo era parte de nuestro destino. Y reivindicamos esa memoria histórica travesti trans. Por eso salimos a las calles a luchar porque nadie nos regaló nada. Los derechos que tenemos han sido de larga lucha en las en las calles en cada uno de los concejos deliberantes, el Congreso. Es decir, hubo ahí un consenso social, pero también democrático, frente a nuestras agendas de derechos humanos del colectivo. Para mí, sí es importante ver que hay una sociedad que nos ha abrazado y que ha apoyado nuestras leyes. Por eso creo que esa sociedad que es la que abraza la igualdad, que abraza a que las personas no volvamos a esos pasados más oscuros y también de pensamientos de otra época”.

El reclamo, dice Rachid, excede a la comunidad LGBT. “La sociedad rechaza estos discursos de violencia y discriminación del presidente Milei. Y por eso se está expresando en las redes sociales, en comunicados, en los medios de comunicación y en la calle, como va a suceder el sábado. Es la expresión de rechazo del conjunto de la sociedad.”

Bazán agrega. “Hay un sector de la sociedad que no está de acuerdo con este discurso. Las personas del colectivo LGBTI no son personas que están en soledad ni en comunidad aislado del mundo: trabajamos, existimos, vivimos, tenemos familias, festejamos las fiestas con todas nuestras familias. Estos debates en torno a las identidades, ya fueron saldados. Podríamos debatir sobre cuáles son las políticas públicas necesarias, cuáles sí, cuáles no. Eso es una cosa, pero atacar la existencia y la identidad de la comunidad es algo que me animo a decir que la mayoría de la población no lo acepta.”

“La gestión de Milei legitima corre la vara de lo políticamente correcto, lo decible y legitima hacer política desde el agravio el insulto y el desprecio. En ese juego también somos nosotros el chivo expiatorio de una pésima gestión económica, entonces hay gente todavía que cree que hay personas trans y travestis que se hicieron millonarias o que cobraron plata de arriba, y eso es algo que no pasó. Ninguna persona trans se hizo millonaria en los últimos años y menos como resultado de ninguna ley. Ahí está sobre todo lo importante de la manifestación y de la pedagogía que tiene siempre la manifestación, el hablar y el difundir que somos parte del pueblo y que no tuvimos nunca privilegios. Y que el hecho de poner derechos humanos como privilegio es un mecanismo de distracción del gobierno de Milei porque la economía no funciona.”