A 51 años de la histórica huelga general de 1973 que enfrentó al golpe de Estado y a la dictadura uruguaya, la central obrera oriental, la PIT-CNT convocó para este jueves, a un paro desde la 9 hasta las 13, en la que movilizó a sus bases en la tradicional plaza en la plaza Huelga General de 1973, ubicada en las avenidas 8 de Octubre y José Belloni, en Montevideo. La concentración fue realmente muy masiva, más aún teniendo en cuenta el estado de tensión política en la ciudadanía uruguaya ante las elecciones internas de los partidos del próximo, de cara a las presidenciales de octubre.
«Defendé tus derechos, luchá por una vida digna«, fue la consigna de la central obrera que preside Marcelo El Turco Abdala, quien inmediatamente después del acto, dialogó con Tiempo, de la marcha y de otros temas de la actualidad oriental. “El acto fue muy bueno, hubo una gran respuesta al debido homenaje a la gesta de la huelga general del ’73, con ocupación de los lugares de trabajo, que se prolongó por 15 días y que si bien no pudo evitar la dictadura, sí generó las condiciones para que naciera herida de muerte. Además promovió el transcurso de una lucha con otros métodos, donde a partir de la clandestinidad y de la resistencia, efectivamente se generaron las condiciones para luego derrotar a la dictadura. En este caso, la movilización fue un homenaje a aquélla huelga, pero además estuvieron planteados cuestiones actuales, como el conflicto de los trabajadores de la pesca, que hoy es uno de los temas importantes en las relaciones laborales; la crítica al avance del modelo de la desigualdad que se expresa de manera aberrante, en el crecimiento de la pobreza y en particular la pobreza infantil.
-¿De alguna forma es una continuidad de la movilización del 1° de mayor y los planteos de entonces?
-Insistiendo con esos planteos. Es la plataforma del movimiento sindical, desde el punto de vista de promover trabajo de calidad, diversificar la matriz productiva, promover la integración profunda de América Latina; usar las compras del Estado como una herramienta de la política industrial; promover una vida de calidad para nuestro pueblo; defender las empresas públicas…
La central obrera repudió hace un par de semanas una pesquisa ilegal que sufrió Abdala, de parte del muy cuestionado exjefe de la seguridad presidencial, Alejandro Astesiano, por un accidente que sufrió el gremialista en 2022. A la vez de la represión que sufrieron los trabajadores de la pesca en su reciente lucha. También esos temas se llevaron al estrado en esta movilización. Y, cómo no, el plebiscito que promueve el PI-CNT. “Por supuesto, también el plebiscito que está convocando el movimiento sindical y otros movimientos sociales para convertir la Seguridad Social en un derecho humano”.
-¿En qué situación está el plebiscito en este momento?
-La Corte Electoral está contabilizando las firmas que presentamos. Entregamos por encima de 430.000 firmas y se precisan 271.000 y pico. Todo indica que va a haber plebiscito. Faltaban contar alrededor de 20.000 firmas, así que calculamos que en estos días la Corte va a establecer la convocatoria que sería de manera simultánea con la elección nacional, en octubre.
-La derecha, el oficialismo, obviamente está en contra. ¿Pero “cómo se llevan” los candidatos del Frente Amplio con el plebiscito?
-El FA ha dejado en libertad de acción a sus militantes y a sus fuerzas. Algunos candidatos han firmado concretamente, como Andrés Lima y Carolina Cose. Orsi no ha firmado. Todo indica que el Frente dará libertad de acción. A no ser que tome alguna decisión diferente después de las internas del domingo. Nosotros efectivamente vamos a dialogar con toda la población.
-¿Cuáles son los postulados?
-Estamos convencidos de las tres medidas cautelares que plantea el movimiento sindical: recrear las condiciones para que la gente se pueda jubilar a los 60 años; que la jubilación mínima o la pensión por persona tengan un monto equivalente al salario mínimo nacional y erradicar el lucro financiero de las AFAP (N.de R.: sistemas semiprivados de jubilación). Estamos convencidos que es una cuestión que puede abordar la mayoría de nuestro pueblo. Haremos una campaña de modo de convencer a que la gente, además de votar, estime conveniente poner la papeleta por el sí a la iniciativa del movimiento sindical.
-El PIT-CNT históricamente estuvo cercano al Frente. ¿Cómo analizan las elecciones del domingo?
-Hay encuentros y desencuentros. Yo diría que la clase trabajadora tiene un tipo de acción, de compromiso y de intervención político-social en la realidad de nuestro país. Naturalmente interviene empujando un camino que apunta a un nuevo modo de acumulación distinto al modo de acumulación capitalista y dependiente. Se establece la necesidad de abatir la pobreza, los asentamientos; generar las condiciones para la redistribución de la riqueza; plantea la necesidad de diversificar la matriz productiva y la centralidad de la política industrial. En vez de la proliferación de Tratados de Libre Comercio plantea una tesis de promover la integración profunda de América Latina. Pero en ese contexto es muy probable que luego del 30, de las internas de los partidos, y en vista que desarrollamos una actividad bien importante que es el Congreso del Pueblo, podamos dialogar con todos los candidatos, no solamente con el del Frente Amplio. Y plantear el programa y las ideas programáticas que tiene la clase trabajadora organizada, y a la vez recibir las respuestas de las distintas políticas públicas que se comprometan a desarrollar los candidatos.
-Hablaste del Congreso del Pueblo.
-Es una actividad de participación amplia, de todos los movimientos sociales. Se desarrollan algunos acuerdos programáticos sobre por ejemplo, ¿qué país quiere el pueblo organizado, socialmente? De allí surgen estas ideas de la necesidad de salir del modo de acumulación dependiente hacia una economía que no sea la participación que nos asigna el capital financiero transnacional en la división global del trabajo. Sino con más industrialización, con más distribución de la riqueza, con trabajo de calidad y con una perspectiva de integración profunda de América Latina. Es decir, una visión bien distinta.
-El país del Congreso del Pueblo es el que quiere la central obrera.
-Exactamente. Y en un año de campaña electoral es un momento propicio para intercambiar ideas desde un punto de vista programático y a su vez luego informar a los trabajadores cuáles son las similitudes y las distancias entre los distintos planteos. El movimiento sindical es independiente, es autónomo de las distintas organizaciones políticas, pero no es indiferente, del quehacer nacional, al contrario.