La diputada nacional de La Libertad Avanza Marcela Pagano se volvió a diferenciar de sus pares de bloque y realizó un homenaje a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, secuestradas y luego desaparecidas por un grupo de tareas de la Armada junto a Madres de Plaza de Mayo y familiares conocidos como el Grupo de la Iglesia Santa Cruz.

Con la entrega de una ofrenda floral a las víctimas del genocida Alfredo Astiz, Pagano se desmarcó de sus pares libertarios denunciados por haber visitado al marino condenado por crímenes de lesa humanidad y a otros represores en la cárcel.

“Hoy diputadas nacionales honramos la memoria de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, identificadas hace 19 años gracias al trabajo incansable del Equipo Argentino de Antropología Forense”, escribió Pagano, y destacó que “se entregaron ofrendas florales en su memoria y las abrazamos como símbolo de la unidad en la lucha por la democracia”.

“Tengo la convicción que esta muestra de unidad política en el homenaje a las monjas francesas es el puntapié inicial para que podamos unirnos como argentinos en la construcción y defensa de pilares fundamentales de nuestra Nación”, señaló la legisladora en sus redes sociales.

El homenaje no fue bien recibido por familiares de las víctimas de la Santa Cruz, entre quienes estuvieron las madres Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce.  Entendemos que este hecho se enmarca en una disputa interna dentro de La Libertad Avanza, luego de la visita realizada por legisladores de ese partido a golpistas y genocidas y que no constituye un homenaje sincero”, sostuvieron desde Familiares y Compañerxs de los 12 de la Santa Cruz y rechazaron que “utilicen la memoria de nuestros Familiares y Compañeros montando una farsa de supuesto homenaje».

El comunicado de la organización consideró el acto «una ofensa a la memoria no sólo de nuestros familiares, sino la de los 30.000 desaparecidos y desaparecidas y una banalización de la lucha que llevamos adelante los Organismos de Derechos Humanos desde hace 48 años».

«Esa lucha es nuestro legado y su memoria nos acompaña en la construcción de un presente y un futuro como aquel que soñaron los 30.000. El negacionismo no tiene lugar. Más que nunca les decimos no pasarán», añadieron.