Con acantilados, costas silvestres, agua dulce y de mar, campos, bosques y fiestas para todos los gustos, los 67 kilómetros de playas que ofrece el partido de Mar Chiquita ofrecen una diversidad única en el sureste de las playas bonaerenses, con localidades balnearias que se entrelazan y se complementan en una oferta turística ideal para salir del ruido capitalino y meter un fin de semana de playa, a sólo un puñado de horas: Santa Elena, Atlántida, Camet Norte, Mar de Cobo, La Caleta, Frente Mar, La Baliza, Playa Dorada, Santa Clara del Mar. 

Su oferta de esparcimiento y atracciones en el gran triángulo que conforman la Ruta 11 con la Ruta 2, entre Coronel Vidal, Vivoratá, Parque Lago y General Pirán son la mixtura ideal para quienes buscan combinar descanso, tranquilidad y mucho, mucho horizonte entre el campo y el mar.

Mar Chiquita, del cordero costero a las gallinas

El turismo rural es un anclaje lleno de historia y tradición en Mar Chiquita donde se esperan cada año las fiestas populares. Un signo del partido. Una de ellas es la Fiesta Nacional del Potrillo que se desarrolla en la última semana de febrero en Coronel Vidal. Los establecimientos de la zona se dedican a la cría de los petisos de polo y el amanse indio (sacarle las cosquillas al potrillo) o método imprinting (como lo llaman en otros países).

También la Fiesta Provincial del Cordero Costero cada noviembre en Mar de Cobo es una cita imperdible, y en la primera quincena de enero pasó con total éxito la Fiesta del Costillar en Vivoratá y la Fiesta del Fogón en Camet Norte.

Y ahí nomás, está en General Pirán con sus calles anchísimas, arboledas añejas y fachadas de la arquitectura itálica de 1900 la Fiesta de la Avicultura en noviembre, que le hace honor a esta localidad primera en el ranking de la cría de aves ponedoras de huevos.

La pulpería y lo verde

La cantidad y diversidad de celebraciones es un símbolo del partido, que cuenta con 33.000 personas (dato a tener en cuenta: la ciudad Mar Chiquita pasó en una década a tener el doble de habitantes, muchos oriundos del AMBA que deciden cambiar su estilo de vida).

Frente al mar está la pampa. Uno de los puntos gauchescos más famosos es la Pulpería Esquina de Argúas en Coronel Vidal, Capital Nacional del Potrillo. Este boliche data de 1817 y aún mantiene la reja original con la que se protegían los “pulperos” del otro lado del mostrador, los muros de adobe y el piso de tierra. Juan Argúas fue el primero que atendió el lugar y pasó a ser referencia de los viajeros de la época, ofreciendo desde comida y bebida hasta oficina postal. En 1990 fue declarado Patrimonio Histórico de Mar Chiquita.

La albúfera de Mar Chiquita, algo único

A lo cultural e histórico se le suma una distinción geográfica: la albúfera de Mar Chiquita en la Reserva Natural Provincial del mismo nombre que concentra una biodiversidad única. Es una de las cuatro que existen en el mundo: allí el agua dulce continental se une al mar, es de poca profundidad y está protegida por un cordón arenoso. Alrededor de 190 especies de avifauna habitan en este lugar, declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco en 1996. Se lo puede recorrer y hay visitas guiadas gratuitas.

Pero estamos en verano y el mundo quiere mar. Hay centros costeros famosos como Santa Clara del Mar que es la principal villa balnearia y sede de la Fiesta de la Cerveza Artesanal (pioneros en el tema) la segunda quincena de febrero. Unos días antes, el Carnaval del Bosque también se convierte en una cita imperdible en Mar de Cobo. Desde hace cuatro décadas lo organiza su Sociedad de Fomento, a la par de la Fiesta Regional de la Empanada Costera que se hace en Santa Elena sobre el km. 501 de la RP 11, un pueblo que sorprende con sus calles que llevan nombres de navegantes, marinos y aventureros.

El Parque del Diego

Para los amantes de las travesías, todo el partido de Mar Chiquita es especial para entrar y salir de los pueblos costeros como Mar de Cobos y Camet Norte con sus casitas de colores sobre el mar, y visitar en ellas centros comerciales, paseos artesanales, gastronomía y sus playas anchas. Sugerencia: aprovechar a hacer las recorridas en bici.

Hay balnearios ideales para la familia, playas para campings y nuevos emprendimientos frente al mar que se suman a pequeñísimas localidades como Playa Dorada (km. 502 de RP 11) con sus calles que llevan nombres de aves autóctonas , Frente Mar, La Caleta y La Baliza, que se pueden recorrer caminando y que despliegan el encanto perfecto para estar tranquilos junto al mar.

Y además de todo, tienen su turismo maradoniano: en el corazón de Santa Clara del Mar sobresale el Parque El Diego. «Es el monumento a Diego Maradona más grande de América», remarcan desde Turismo de Mar Chiquita.

Es un espacio para toda la familia, conformado por cuatro manzanas, ideal para desarrollar múltiples actividades: skatepark, canchas, juegos, anfiteatro, senda aeróbica.

El complejo social y deportivo cuenta con plaza, murales, polideportivo y hasta una confitería: El Pelusa.  «

El secuestro de Isabelita

En los pueblos hay historias y «boca en boca». Un domador de caballos en un campo de Coronel Vidal contó la suya: según su teoría, supuestamente replicada en estancias, Juan Domingo Perón habría muerto en Puerta de Hierro (España) y lo habría reemplazado un hombre de nacionalidad paraguaya muy parecido. En los años ’70, el que regresó fue –digamos– el impostor. “No era él”, aseguró el domador que ya estaba por los 80 años. Hace unos años, en una cena de amigos, el dramaturgo Daniel Dalmaroni escuchó atentamente el cuento. Fue el único que no se rió. Y lo escribió. Hoy se puede ver en teatro parte de esta historia en la obra de su autoría El secuestro de Isabelita que, con humor y juegos del absurdo, habla de un grupo de jóvenes militantes peronistas, echados de la agrupación Montoneros, que decide secuestrar a Isabel Perón. Distintos errores y circunstancias hacen que su plan se vea complicado… De culto.