La decisión de algunos bloques provinciales en el Senado, que este miércoles se sumaron a la estrategia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, delimitó una alianza -quizá eventual, quizá no- de parte del peronismo “de las provincias” que podría estar dispuesto a darle un plafón de gobernabilidad a la administración de Javier Milei.
Esa lectura que salta a la vista es la que hacen en el kirchnerismo, la parte del peronismo que tiene base en la provincia de Buenos Aires y que se prepara para-quizás-ser la única voz disonante ante el aluvión de leyes que repercutirán en la base piramidal de la sociedad: jubilaciones, impuesto a las ganancias para los y las trabajadoras, la suba del impuesto País para las importaciones de las pymes y consumidores finales.
Además de la UCR y el PRO, Villarruel hizo un pacto con ese peronismo de las provincias que, por momentos, se quiere diferenciar del kirchnerismo a nivel nacional, como el caso de la fórmula Juan Schiaetti y Florencio Randazzo. Este miércoles la vicepresidenta se estrechó las manos con los dirigentes de Cambio Federal (el salteño Juan Carlos Romero), Unidad Federal, de la cordobesa Alejandra Vigo, Por Santa Cruz (del PRO provincial), Partido por la Justicia Social, Juntos Somos Río Negro, del gobernador Alberto Weretilneck, y Frente Renovador de la Concordia, los misioneros autónomos.
Desde el bloque de UxP en la Cámara Alta explicaron: “Quisimos exponer a los que dejaron a gamba a los que los votaron. Son cogobierno y le van a dar a Milei todo el paquete de ajuste”.
Las mismas fuentes añadieron que no están disconformes con lo que pasó este miércoles en el recinto porque -según explican- “facilitan el asunto de diferenciar quiénes son”. “Qué le quede claro a la gente que nosotros no tenemos el número. Somos 33”, señalaron.
“No hubo forma de frenar nada, todos cogobernando con Milei, menos nosotros. El radicalismo y el PRO le van a votar cualquier cosa”, advirtieron en el bloque conducido por José Mayans. Y señalaron: “Fueron los gobernadores los que le hicieron esa sesión, que no es sesión a Villarruel. Les están abriendo las puertas a las leyes del ajuste. El Senado no podrá funcionar como dique contenedor, que se sepa”.