“La gente todavía se casa”, le dice a Tiempo Mirta Beatriz Luna, dueña de uno de los cinco lugares para quedarse en la localidad bonaerense de Maipú. Lo cuenta porque sus habitaciones están completas entre el casamiento que recibe y el remate de hacienda que tuvo lugar en la ciudad. Algo similar ocurrirá el 4 y 5 de octubre cuando Maipú abre las puertas para ser la sede del festival “Un Minuto de Cine”, un evento donde cada persona puede convertirse en actor o actriz.
El hospedaje de Mirta es “Posada de Luna”. Tiene siete habitaciones con baño privado, desayuno, wifi, Tv, todo lo que se necesita para estar cómodo. Está a cuatro cuadras de donde se desarrollará Maipú Cine 1 minuto, uno de los eventos más curiosos del año.
“Voy siempre. Es divino”, dice Mirta y aclara que no hizo de actriz pero que conoce a un montón de personas de la ciudad que sí protagonizan estos filmes. Para esta edición 2024 -la tercera del evento- todavía quedan algunas habitaciones libres y cuestan desde 14 mil pesos la noche.
El festival convierte a la ciudad en un set de filmación durante 24 horas. La población se transforma en actores y actrices que participan de @Maipú_Cine, un evento audiovisual de cortometrajes de un minuto.
Aficionados, guionistas, cineastas, actores, realizadores. Todos llegan desde el jueves, se instalan en Maipú y participan de la filmación de los diferentes cortometrajes, que se proyectan el último día. Una fiesta.
En otro de los hospedajes, “Residencial Munich”, Elba hace 14 años que trabaja y cuando atiende la llamada telefónica de Tiempo le confirma que para la fecha del festival “está lleno”. Son 20 habitaciones en este caso a 11 mil pesos la noche y lo mismo ocurre cuando se desarrolla la Expo Miel en mayo o el carnaval de la Amistad, que este verano será en enero.
Durante las 24 horas de Maipú Cine de un minuto, la ciudad se transforma y se convierte en un set gigante de filmación. Es para ir, ver y conocer.
“Un minuto de Cine”
“La idea surge en el 2008 por gente que compartía un gusto en común: el cine. No eran todos profesionales, eran aficionados del pueblo que se juntaron a realizar cortometrajes”, dijo Amparo Alza, participante y colaboradora de la movida.
La comunidad se pone a disposición de los participantes: los maipuenses se ofrecen como actores y productores, mientras que las locaciones son sus propias casas, plazas, comercios y edificios públicos. “Los pobladores prestan sus espacios y pertenencias para filmar. Es una cuestión muy solidaria”, explicó.
Al cumplirse las 24 horas entre guión, rodaje y edición, las obras se proyectarán la noche del sábado en el Cine Teatro de la Sociedad Italiana de Maipú. Hay un jurado que premia al mejor cortometraje, también se distinguen cortos con menciones especiales, al mejor intérprete local, a la mejor dupla de productores maipuenses y uno por parte del público.
“Yo viví Maipú Cine desde el comienzo siendo muy chica, es muy especial en mi vida. Siempre me gusta volver a mi pueblo para este proyecto”, expresó Alza.
El mejor corto ganará una semana de rodaje en la localidad para llevar adelante una nueva obra audiovisual. A lo largo de esta historia tres producciones surgidas de este evento tuvieron repercusión por su venta a plataformas y presentaciones en festivales internacionales.
“Lo que nuclea al grupo es la pasión por juntarnos a compartir, crear y construir. Luego descubrir los resultados, ver que las cosas que hacemos llegan a otros municipios, provincias e incluso países”, contó Nahuel Kees, uno de los organizadores del festival.
¿Cómo llegar?
Maipú está en el km 274 de la Autovia 2, en provincia de Buenos Aires y a una hora y media de Mar del Plata y cerca de una hora de Dolores. Por si el primer fin de semana de octubre les dan ganas de ir, los hospedajes quizás estén llenos pero ahí nomás está la ciudad de Dolores que ofrece también lugar para descansar y hasta termas.
Desde la subsecretaria de Turismo de la provincia de Buenos Aires, la visita a Maipú durante este evento resulta una experiencia inmersiva en la cultura local: se pueden sumar como extras en las filmaciones, aprender sobre el proceso de producción cinematográfica y disfrutar de la hospitalidad de los residentes, quienes se involucran activamente en el evento.
Además de disfrutar con una variedad de actividades complementarias como sitios históricos y gastronómicos. “Los caminos de carretas del siglo XIX y la pulpería de Santa Isabel que data 1870, donde se dice que tomó una copa y jugó a las cartas el mismísimo Martín Fierro, son verdaderos imperdibles”, agregó Kees.
Para quienes eligen visitar la ciudad, los cinco hospedajes disponibles están en la página oficial de Maipú, hay una decena de restaurantes, comedores, parrillas o cafés para alimentarse. Uno de ellos, Ama Gozua -@amagozua- está entre los predilectos por su especialidad: el chorizo a la pomarola.
¿Qué hacer?
Hay mucho más. Porque si es enero, hay que anotarse en la agenda el momento de la Fiesta Nacional del carnaval de la Amistad que impulsó a Maipú como “La Ciudad de la Amistad”. Ya con este título dan ganas de ir. La fiesta se hace desde 1992 y en 2001 se la proclamó “Nacional”.
El carnaval cuenta con un variado cronograma que contempla diferentes áreas. A nivel artístico incluye las tradicionales noches de Grandes Corsos con la participación de las dos comparsas de Maipú: Aljiberá, Alexpama y Golondrinas, la “Re Junta” de la localidad de Las Armas, el Corso Infantil, el desfile de carrozas y máscaras y la presentación de postulantes para Reina.
También ofrece noches de música como la Noche de Peña en la que participan artistas locales en el escenario Hugo Rodríguez en homenaje al destacado folklorista maipuense.
Turismo activo
La Laguna Kakel Huincul es un espejo de agua dulce ubicado a 12 kilómetros de Maipú en el kilómetro 260 de la Autovía 2. Muchos calculan que abarca unas 2.000 hectáreas con una profundidad media de 1,80 metros y una máxima de 4 metros. Su cauce tiene un canal natural que hace de emisario con el Canal 2, al que lo une una compuerta que regula su nivel, y la laguna recoge las aguas de la Laguna Yamahuida y las pluviales de los campos vecinos que hacen las veces de afluentes.
En 1815, a orillas de esta laguna se construyó el Fortín Kakel Huincul con el fin de proteger a quienes se habían establecido en la zona.
Pejerreyes, bagres, carpas, dientudos, tarariras son parte de su fauna ictícola y las aves también pueblan la zona como patos y cisnes, que anidan entre los juncos. La Laguna está preparada para el año. Tiene un muelle de más de 200 metros de largo, camping con cantina, fogones, mesas, bancos, parrillas y proveeduría. Además, cuenta con baños y sanitarios y una guardería náutica cubierta para embarcaciones particulares e incluso ofrece dos cabañas para cuatro personas.
La historia y cultura de la región se pueden conocer en el Museo Kakel Huincul de esta ciudad que fue fundado en 1972, y en las siete salas que abarca exhiben piezas, archivos y detalles de la vida en esta zona de la provincia de Buenos Aires.