En el gobierno de Gerardo Morales empezaban a mostrar satisfacción y hasta orgullo tras el acuerdo salarial logrado en el ingenio Ledesma y el principio de solución en un tema sin alcance nacional pero importante para la provincia, como el de los vendedores ambulantes en la capital de Jujuy, San Salvador. Pero el anuncio de que maestros y profesores nucleados en la Asociación de Educadores Provinciales (Adep) y el Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Cedems) decidirán en asambleas si adhieren al paro de 48 horas convocados para el martes y miércoles próximos por estatales, por el momento postergó la sonrisa de las autoridades provinciales.
Gremios nucleados en la Intersindical, la Multisectorial y el Frente de Gremios Estatales rechazaron la oferta salarial del Ejecutivo para todas las categorías, y resolvieron una medida de fuerza por 48 horas desde el martes, ya que para el lunes el gobierno decretó asueto administrativo por la celebración de la Pachamama.
Los incrementos que ofrece el gobierno representan entre 700 y 2000 pesos. Los dirigentes de Adep y Cedems informaron que la oferta será puesta a consideración de sus asambleas, mientras que los docentes nucleados en otros cuatro gremios minoritarios (Amet, Sadop, Uda y Asdea) lo aceptaron, según informó la ministra de Educación jujeña, Isolda Calsina. La posición de Adep y Cedems de ponerlo a consideración de sus respectivas asambleas hace prever un rechazo, ya que, como especularon en el gobierno, de lo contrario habrían manifestado directamente su aceptación como los otros gremios.
Sin embargo, y fiel al arbitrario estilo que caracteriza a la administración de Morales desde su asunción el pasado 10 de diciembre (entre otras medidas, al mes de gobierno dispuso la detención de Milagro Sala sin prueba alguna), Calsina afirmó además que tras la reunión de ayer la discusión salarial está cerrada. El diálogo sólo sigue abierto para temas sobre condiciones laborales del sector. Y para que no se la tilde de blanda, dijo que a los docentes que hagan huelga se les descontarán los días.
En siete meses de gobierno macrista no hubo provincia más conflictiva que Jujuy. Ahora suma el paro y movilización de estatales y el riesgo de que no se reinicien las clases luego de las vacaciones de invierno.