La marcha de este martes, como era de prever, fue masiva, y luego de casi 15 días de paro de transportes que paralizaron casi el país, el presidente francés comenzó un leve recule con su propuesta de modificación de la ley previsional y se mostró dispuesto conversar con los sindicatos para evaluar cambios. En el medio, se acercan las fiestas y Emmanuel Macron no quiere celebrar la navidad con las calles repletas de manifestantes gritando “no hay marcha atrás”, y enfrentando el descrédito por las acusaciones contra su gabinete por ocultamiento de bienes o conflictos de intereses.

Fue por una imputación semejante que al autor de la polémica reforma, Jean-Paul Delevoye se tuvo que ir a su casa (ver acá

En su reemplazo Macron designó a Laurent Pietraszewski, un especialista en recursos humanos de 53 años que trabajó desde 1990 en la cadena de supermercados Auchan y que ya tuvo su primer entredicho con la oficina anticorrupción, por un cobro de más de 70 mil euros un tanto discutibles.

Pietraszewski se sumó en junio de 2017 a la agrupación política que estaba armando Macron con énfasis en cambiar la política francesa. El actual presidente venía de la gestión privada en la banca Rotschild, había sido ministro de economía de François Hollande y proponía una vía alternativa para llegar a administrar el país. Así nació La República en Marcha, que pronto incorporó a apolíticos como el reemplazante de Delevoye.  El tema es que los pagos de Auchan se produjeron luego de que hubiera presentado una carta de renuncia a la firma para asumir como diputado, lo que está prohibido por las leyes galas.

De todas maneras, la pelea de fondo se disputa en las calles francesas y la marcha de este martes -hubo tres cuartos de millón de personas- mas la renuncia del Señor Jubilación, como irónicamente se lo llamó en los medios, crearon la suficiente presión como para que Macron decidiera sino recular completamente, al menos conversar con los dirigentes gremiales que encabezan la movida.

«El presidente no abandonará el proyecto, pero está dispuesto a mejorarlo durante las conversaciones previstas con los sindicatos», dijeron voceros presidenciales, que agregaron: «habrá avances importantes» esta semana. Es así que el primer ministro, Edouard Phillipe mantendrá reuniones con titulares de los sindicatos y las patronales pera encontrar una salida a la crisis.

Según un cable de la agencia AFP, el ejecutivo podría hacer concesiones sobre uno de los puntos más polémicos de la reforma: la llamada «edad de equilibrio» o edad de retiro, que el proyecto Delevoye eleva a 64 años desde 2027. Ahora son 62 actuales.

No es la primera vez que Macron tiene que echarse a tras en algún proyecto, que tienen la impronta rígidamente neoliberal que aprendió en su paso por el mundo de las finanzas.

Hace justo un año, también luego de semanas de manifestaciones callejeras, que habían comenzado con los Chalecos Amarillos, suspendió un plan suba del impuesto sobre el combustible.

Aquella vez los afectados por el aumento, residentes en las periferias de las grandes ciudades, bloquearon las carreteras, aunque no tenían líderes visibles. Ahora, sindicatos del transporte aunaron voluntades y lograron que en dos semanas viajar en la capital francesa sea una odisea. Este miércoles había hasta 350 kilómetros de embotellamientos en los accesos a la capital, ya que a falta de trenes, subtes y micros, los ciudadanos sacan sus coches para ir a trabajar.

El caso es que según una encuesta, el 62%de los consultados siguen apoyando la huelga.