El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ve «factible» que Rusia y Ucrania puedan pactar algún tipo de tregua en cuestión de «semanas» pero insiste en que cualquier alto el fuego precisa además de garantías ante lo que considera incumplimientos de Moscú a compromisos previos, entre los que anota los Acuerdos de Minsk, lo que contrasta con declaraciones de quienes estaban al frente de los gobiernos de entonces en Ucrania, Alemania y en Francia. Así lo recuerda el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Chicago, John Mearsheimer.
Minsk 2 was designed from the start to buy Ukraine time to train and arm their military until Russia is too powerless to stop their entrance into NATO.
— Mearsheimer Jr (Fan) (@Real_Politik101) January 2, 2025
Putin really wanted the peace agreement to work. He feels very betrayed and as a result he does NOT…1/2pic.twitter.com/EOBHODPKCZ https://t.co/ntSDrEybsX
Macron, que busca liderar las posiciones europeas frente a Donald Trump, se reunió este lunes en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el que tuvo un ligero entredicho en una rueda de prensa conjunta. El francés tuvo que reconocer que el retorno del magnate al Despacho Oval es «un punto de inflexión«, entre otras cosas porque Washington dispone de la «capacidad disuasoria» para que Moscú se replantee el actual escenario.
En este sentido, indicó que la iniciativa de Trump, que ya se tradujo la semana pasada en una primera reunión entre los ministros de Exteriores de Estados Unidos y Rusia, es «muy positiva», en la medida en que todos «quieren la paz», pero también llamó a «tener cuidado» porque Ucrania necesita «algo sustancial».
Trump declaró el lunes que su homólogo ruso, Vladimir Putin, «quiere terminar esta guerra» y que el fin de los combates podría lograrse «en cuestión de semanas», si bien por ahora el presidente norteamericano no fijó líneas rojas claras aunque coincidió con el Kremlin sobre la legitimidad del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con mandato cumplido desde mayo pasado y que no llamó a elecciones..
Los apoyos a Zelenski vienen en declive en el mundo luego del giro de la diplomacia estadounidense y en una votación en la ONU de este lunes, hasta el gobierno de Javier Milei “le quitó el banquito” al mandatario ucraniano absteniéndose en la votación de una resolución que le exigía a Rusia retirar «de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares» de territorio ucraniano.
Tanto Macron como Starmer, que también visita esta semana la Casa Blanca, se mostraron, en cambio, dispuestos a enviar militares a los campos de batalla, una hipótesis que en general se ve con recelo entre la gran mayoría de socios europeos que, en el mejor de los casos, consideran prematuro abrir un debate tan sensible cuando los bombardeos siguen siendo una constante en suelo ucraniano.
Por el lado ruso, el vocero del gobierno, Dmitri Peskov, dijo que el próximo paso en la agenda de las relaciones con EEUU “es la cuestión de la regulación de la crisis ucraniana. Y luego ya, sobre todo desde que los propios estadounidenses hablaron de ello, será el turno de considerar posibles proyectos de cooperación comercial, económica y de inversión. Las perspectivas al respecto son muy amplias”.
Moscú y Washington, prosiguió el portavoz, tendrán que dar muchos pasos para restaurar la atmósfera de confianza, ya que una gran parte de sus relaciones resultó dañada o destruida en los últimos años.
El pasado 18 de febrero, las delegaciones oficiales de Rusia y de EEUU se reunieron por primera vez en Arabia Saudí para buscar la normalización de las relaciones entre las dos grandes potencias, concretar la primera cumbre entre los presidentes ruso y estadounidense y facilitar posibles negociaciones para resolver el conflicto ucraniano.
El Parlamento de Ucrania, en tanto, adoptó este martes una declaración en defensa de las salvaguardas democráticas en las que se insiste en que no puede haber elecciones en tiempos de guerra y se reafirma la consideración del presidente Volodomir Zelenski como líder legítimo, después de que tanto Rusia como Estados Unidos lo hayan cuestionado públicamente.
El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a tachar la semana pasada a Zelenski de «dictador» al recordar que Ucrania no celebra elecciones desde el año 2019. Sin embargo, la Rada Suprema subrayó que este retraso está justificado, en un texto bautizado como ‘Declaración de apoyo a la democracia en Ucrania frente a la agresión de la Federación Rusa’.
Cruces públicos
Macron difundió en sus redes la reunión que mantuvo en la Casa Blanca con Trump y señaló que “nuestro objetivo común con el Presidente @realDonaldTrump es construir una paz sólida y duradera. Estados Unidos y Francia siempre estarán del mismo lado de la historia”.
Our common objective with President @realDonaldTrump is to build a solid and long-standing peace. The USA and France will always stand on the same side of history. pic.twitter.com/No3wYAMiDI
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) February 24, 2025
En un momento de la charla con la prensa, en la que compartieron unos minutos cómodamente sentados en sendos sofás, Trump repetía su versión de que Europa está «prestando su dinero a Ucrania» con la intención de «recuperarlo» en el futuro, cosa que no ocurre con Estados Unidos, que ahora quiere recuperar mediante un acuerdo por las tierras raras.
Ante estas palabras, Macron interrumpió, tomándolo del brazo y aclarando: «No. De hecho, para ser franco, nosotros pagamos el 60% del esfuerzo total. Los préstamos y las garantías son de Estados Unidos«. Con una sonrisa burlona, Trump replicó: «Si quieres creer eso, por mí está bien».
Notable moment in the Oval Office where Trump says “Europe is loaning the money to Ukraine” and “they’re getting their money back” when Macron interrupted to say, “No, in fact, to be frank, we paid. We paid 60% of the total effort.” pic.twitter.com/QFzv9WhsIz
— Kaitlan Collins (@kaitlancollins) February 24, 2025
En su red social Truth, Trump explicó, ácido, que la reunión había sido convocada por el “gobernador Justin Trudeau de Canadá, el actual presidente del G7, para reconocer el tercer aniversario de la guerra entre Rusia y Ucrania, que nunca habría comenzado si yo hubiera sido presidente” y agregó que espera firmar un acuerdo por los minerales estratégicos para garantizar “que el pueblo estadounidense recupere las decenas de miles de millones de dólares y el equipo militar enviados a Ucrania, al tiempo que ayudará a que la economía de Ucrania crezca a medida que esta guerra brutal y salvaje llegue a su fin”.
Y finalizó: “estoy en conversaciones serias con el presidente Vladimir Putin de Rusia sobre el fin de la guerra, y también sobre importantes transacciones de desarrollo económico que se llevarán a cabo entre los Estados Unidos y Rusia. ¡Las conversaciones están avanzando muy bien!”
alg con Europa Press