Lento. A «paso de tortuga». Pero por el mismo camino y los mismos resultados. Quienes se especializan en el arte de la política explican que “el gradualismo” es una forma de prolongar en el tiempo la implementación de diferentes medidas, de forma paulatina, para lograr un fin determinado.  “Milei quiere acabar con la educación pública en poco tiempo, el macrismo está haciendo lo mismo pero en cinco mandatos”, denunciaron docentes porteños a este medio. Es que, tras 18 años de gestión en la Ciudad, aseguran que el PRO está a pocos pasos de concretar uno de sus mayores anhelos: el cierre de secundarios nocturnos.

En estas escuelas cursan estudiantes mayores de 16 años que quieran terminar sus estudios. Son adolescentes y adultos, muchos de ellos que a la par trabajan todo el día y no tienen posibilidad de cursar en otro horario.

“Lo que no pudo llevar a cabo el gobierno de Rodríguez Larreta en 2018 es muy probable que lo consiga la actual gestión de Jorge Macri si es que lo dejamos”, dijo Sebastián Angeloni, profesor de historia y formación ética y ciudadana del colegio 11 DE 4 Hipólito Yrigoyen del barrio de Barracas.

Hace siete años, la exministra de Educación Soledad Acuña firmó una resolución que ordenaba el cierre de 14 secundarios nocturnos. La comunidad educativa se movilizó en reiteradas ocasiones hasta que finalmente dieron marcha atrás con esa medida.

La historia vuelve a repetirse

“A fines del año pasado, en la mayoría de las escuelas nocturnas anunciaron que se cerraban cursos. En nuestro caso eran primero primera y segundo primera, e informaron que nuestras horas como docentes pasaban a disponibilidad”, contó Angeloni.

Según explicaron, el argumento del ministerio de Educación porteño es que hay baja matrícula. Pero desde los secundarios nocturnos sostienen que el GCBA es responsable de esta situación dado que no existe ninguna campaña de difusión sobre estos secundarios para que los adultos puedan terminar sus estudios.

“Somos los propios docentes que salimos a repartir folletos para informar sobre la existencia de los nocturnos. Todo esto va contra la estabilidad laboral, porque los que pasamos a disponibilidad vamos a seguir cobrando durante un año, y si en ese tiempo no conseguís ocupar tus horas en otro colegio las perdés y quedas cesante”, agregó.

En el barrio de Palermo se encuentra el Colegio 4 D.E 9 Nicolás Avellaneda. De acuerdo con lo denunciado por las y los docentes de esa institución educativa, ya cerraron dos cursos del turno mañana, dos cursos del turno tarde y dos de la noche; y hay un total de 17 profesores que pasaron a disponibilidad por estos cierres.

“Yo tenía en total 24 horas cátedra. Cuatro de ellas en un curso que se cerró, ahora voy a tener 20 horas titulares y cuatro en disponibilidad. Es decir, para reubicar esas cuatro horas tengo que ir todas las semanas al acto público y si durante un año no las reubiqué, las pierdo. Esto es una trampa. No te dejan cesante ahora, pero te dan un año para que busques otra escuela”, exclama Sergio (nombre que eligió por temor a represalias), docente del Avellaneda.

En varias ocasiones Tiempo se puso en contacto con el Ministerio de Educación porteño, que conduce Mercedes Miguel, para obtener más información oficial sobre el cierre de los secundarios nocturnos. Hasta la publicación de esta nota se negaron a responder cada una de las preguntas

Ya comenzaron los despidos

En algunos colegios secundarios nocturnos el cierre es inminente. “El gobierno porteño se ampara en el decreto 1990 que dice que para mantener un curso abierto debe tener como mínimo 12 alumnos. Y que en una escuela con menos de diez cursos (sería nuestro caso) darían de baja también al prosecretario y al vicedirector”, explicó Matias Sanguinetti, actual Jefe de preceptores en el Colegio 14 DE 2 Juan José Paso, situado en el barrio del Abasto.

En esa institución educativa se cerrarán siete cursos y dejan siete cursos activos. “Es decir, nos cierran el 50% del total. Alrededor de 20 docentes se están quedando sin trabajo por este cierre”, alerta Sanguinetti.

Este jueves, a varios profesores que fueron a cumplir con sus obligaciones laborales, les anunció la propia supervisión escolar que ese era su último día de trabajo.

“A quienes les avisaron el año pasado que entraban dentro de los despidos del ministerio, este jueves se presentaron a trabajar porque tenían que hacerlo hasta el 5 de marzo, que es cuando comienza el nuevo ciclo de lectivo, es decir, cuando entra en vigencia todo este achique. Pero les notificaron que éste era su último día de trabajo y que desde el viernes no eran más parte de la escuela”, señaló Sanguinetti. «