La Policía Federal de Brasil investigará las acciones criminales que iniciaron las quemas de pastizales y los incendios forestales en algunas regiones de Brasil, en especial al interior del estado de San Pablo, que provocaron la destrucción de más de 20.000 hectáreas, la muerte de dos personas y la evacuación de cientos de familias.

El presidente Lula detalló que especialistas del Instituto Brasileño de Medio Ambiente, con los que se reunió este domingo, le indicaron que hasta el momento no hay indicios de incendios detectados por causas naturales.

«Esto significa que hay gente ocasionando fuego de forma ilegal, sobre todo porque los estados están avisados sobre la prohibición», dijo Lula, quien agregó que ya hay dos sospechosos detenidos.

«La Policía Federal va a investigar y el Gobierno trabajará con los estados para luchar contra los incendios», aseguró el presidente al señalar que hay 3.000 brigadistas que trabajan en el combate de los focos en todo Brasil.

Lula se reunió este domingo en la ciudad de Brasilia con la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, así como con especialistas en manejo del fuego.

La ministra Silva explicó que se registran focos en la Amazonia (norte) y el estado de Sao Paulo que al parecer son provocados en forma coordinada, por lo que se abrieron 38 investigaciones en el país.

Estos focos de incendios forestales se registraron en la Amazonia y el bioma de Pantanal (oeste), además del interior de Sao Paulo, el estado más poblado y desarrollado del país, que también lidera la lista de fuegos en los últimos años.

Declaran la emergencia

Por estos graves incendios registrados en los últimos tres días, el estado de San Pablo declaró el estado de emergencia.

Desde el pasado viernes se registraron más de 2.300 incendios, la mayoría de ellos ya sofocados, siendo así el mes de agosto con mayor número de frentes abiertos en la historia del estado desde 1998.

A la acción humana se le suman unas condiciones meteorológicas propicias para que el fuego se extienda. «Tenemos la combinación de una sequía severa, baja humedad y los fuertes vientos hacen que estos incendios se propaguen», explicó el gobernador Tarcisio de Freitas.

Aunque los incendios han sido controlados, hay cerca de medio centenar de ciudades en alerta máxima. Algunos focos continúan activos, algunos de ellos en Ribeirao Preto, donde las ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora propagaron el fuego asolando casas en cuestión de minutos, informó el portal G1.

GS con información de Xinhua y Europa Press