El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, aliado de Rusia, pidió este viernes una «tregua» en Ucrania y negociaciones «sin condiciones previas», y sin derecho a reagrupar tropas ni trasladar equipos, entre los gobiernos de Moscú y Kiev. «Tenemos que parar ahora, antes de que empiece la escalada. Me arriesgo a sugerir el cese de las hostilidades (….) para declarar una tregua», dijo Lukashenko, en el poder desde 1994, durante su discurso a la nación y al Parlamento, citado por la agencia de noticias Sputnik.
«Todas las cuestiones territoriales, de reconstrucción, de seguridad y otras deben y pueden resolverse en la mesa de negociaciones, sin condiciones previas», añadió, antes de apuntar que si Occidente intenta utilizar esta tregua para sus propios fines, Rusia está obligada a utilizar todo su potencial militar para evitar que el conflicto ucraniano se agrave.
Lukashenko alertó que teme una guerra nuclear por el apoyo occidental a Kiev. «Como resultado de los esfuerzos de Estados Unidos y de sus satélites, se ha desencadenado una guerra total» en Ucrania, lo que supone que «una tercera guerra mundial con incendios nucleares acecha en el horizonte», dijo en un discurso anual a la nación. «Todos ustedes entienden y saben que solo hay una solución: ¡negociaciones! Negociaciones sin condiciones previas», insistió.
Luego subrayó que la «masacre» en Ucrania no cesará hasta que «el dueño transoceánico dé el visto bueno» (aludiendo a Estados Unidos) para ello, e insistió en que Ucrania es incapaz de derrotar a Rusia porque «es imposible vencer a una potencia nuclear». Bielorrusia no participa directamente en el conflicto de Ucrania, pero prestó su territorio al ejército ruso para su ofensiva sobre la capital ucraniana el año pasado y para llevar a cabo ataques, según el gobierno de Kiev.