Después de haber permanecido varias horas cerrado, el cine Gaumont (ubicado en Rivadavia 1635) volvió a abrir sus puertas y continúa normalmente con su programación habitual.
El lunes, el principal Espacio INCAA (KM0) permaneció cerrado con un cartel escrito a mano pegado con cinta sobre la cortina metálica. Justo en uno de los días de las vacaciones de invierno. El motivo, según informaron desde el mismo Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) entidad, quien administra el cine, fue que se había cortado el servicio de energía eléctrica.
De acuerdo a lo que explicó a Tiempo Argentino, el delegado de ATE en el INCAA, Camilo Moreira, se debió a que hubo un “error administrativo” por el cual no se pagó la luz. Durante las horas de la tarde, que fueron largas para los trabajadores de la sala y de los empleados del INCAA, y para el público, el organismo informó que habían decidido pagar la deuda y por lo tanto la empresa de energía eléctrica realizó la reconexión a las 20 horas del lunes.
“Emitimos un comunicado porque entendemos esta situación como parte de la política de ajuste de esta gobierno, que se traduce en este tipo de cosas”, agregó Moreira. “Estamos en alerta para no seguir buscando culpables entre los trabajadores porque esto no se debe a que hubo un error o un olvido de un trabajador, acá se debían facturas desde el mes de marzo. Esto para nosotros es una desidia absoluta de la gestión del INCAA, y tiene que ver con el diseño de las políticas de cultura que tiene el gobierno de Cambiemos”.
Durante la jornada del lunes, los trabajadores de Junta Interna ATE Incaa difundieron una carta donde relataban algunos puntos particulares de la situación que hoy vive el cine. “Las Autoridades del INCAA, a finales de junio dieron de baja a la empresa con la que tercerizaban a dos boleteras y un operador de proyección. En lugar de absorber a estos trabajadores de sobrada y comprobada experiencia en sus tareas, la gestión del organismo decidió dejar vacíos esos puestos de trabajo, lo que sobrecarga de tareas al resto de trabajadores del sector”.
El comunicado además agrega que “la empresa con la cual tercerizan el servicio de limpieza de todo el Instituto (incluido el Gaumont), le pagaron recién el 19 de este mes, después de que esos compañeros hicieran retención de tareas”.
También denuncian que los ascensores no funcionan porque no se le pagó al inspector. Esa misma deuda les impide contratar a alguien más, por lo tanto las personas con movilidad reducida, no pueden acceder a las salas 2 y 3 que están en el primer piso. “Alertamos sobre el vencimiento de las facturas de luz de los otros edificios del INCAA, algunos de los cuales tienen a resguardo material que debe estar con humedad y temperatura relativas y constantes, condiciones que se verían afectadas sustancialmente con un corte de luz poniendo en riesgo el patrimonio audiovisual”, puntualizaron.
Actualmente, el cine Gaumont es el único que garantiza la continuidad de las películas argentinas en cartel. Según la Junta Interna de ATE, durante 2017 “exhibió 214 películas, albergó 30 muestras y festivales, realizó 60 avant premieres y premieres, contabilizando un total de 339.411 espectadores”.
En este momento hay catorce películas argentinas en cartel.