Carlos Tevez se sentó en la sala de conferencias de Casa Amarilla luego de haberse tomado tres días de licencia y escuchó con atención cuando le preguntaban si iba a seguir en Boca, la pregunta que todos se hacían en ese momento. Con gesto serio, se tomó unos segundos y respondió: No sigo, me voy a dedicar a jugar al golf profesionalmente. Inmediatamente estalló en una carcajada y, como suelen hacer los futbolistas, les echó la culpa a los periodistas de las versiones que indicaban que no seguiría en el club: Es joda, boludo, si ustedes se hacen todas las novelas. Obvio que sigo, todo lo que se habló después del partido fueron rumores. En el Mundo Boca, cuando no se logra un objetivo se empieza a hacer una novela, pero ya estoy acostumbrado. Firmé por tres años y nunca dudé en cumplirlo. Sin embargo, apenas 24 horas después, el propio jugador reconoció que los trascendidos no eran inventos de la prensa y que la posibilidad de su partida fue más cierta de lo que quiso hacer creer el martes.
Pensé en dejar el fútbol, era Boca o el retiro. La eliminación fue un golpe muy duro para todos, no solamente para mí. Hice una autocrítica muy fuerte en estos días, reconoció el Apache. En diálogo con radio La Red, incluso, contó que en estos días lo contactaron desde Europa para intentar llevárselo: El día después del partido con los ecuatorianos me llamó Antonio Conte para que vaya a Chelsea, pero le dije que no. Hace tiempo que no juego por la plata, yo juego por la historia de Boca.
Por otra parte, Tevez también recordó el encuentro contra Independiente del Valle y admitió que se imaginaba el desenlace final de la historia desde antes del partido: El día antes la veía complicada, se notaba la presión de los chicos. Presentía que esto iba a pasar, es algo que olfateás. En mi cabeza me preguntaba ¿cómo lo cambio?, pero no tuve la capacidad ni el poder de hacerlo. Esa es la principal autocrítica que me hago.