La sonrisa de Luciano Napolitano estalla de tal forma que es imposible no ligarla con su ADN. Pero ese gesto no es lo único que podemos asociar con la figura de su padre, Norberto «Pappo» Napolitano, el mejor guitarrista eléctrico que supo dar este país.
Tal vez por eso y al minuto de escucha de varias canciones de Lovornetorium, el próximo disco de su banda Lovorne, todo suena tan inconfundiblemente pesado y dominado por las palpables sutilezas eléctricas de una ingeniería de riffs en ebullición constante. En definitiva, se trata de un signo irrenunciable que el protagonista de esta nota trae desde la cuna.
«Para mí, Lovorne es una nave espacial que me traslada a varios lados. A veces, con esa misma nave hacemos discos como el que está a punto de salir y otras hacemos canciones de mi viejo», dice antes de meterse de lleno en un álbum que pudo haber sido otro, pero que no lo fue gracias a su amistad con Juan «Locomotora» Espósito, célebre baterista de El Reloj. «Este disco fue grabado por Juan en batería, lo cual hizo que me exigiera mucho más como músico. Con un tipo como él en la banda me potencié y a la vez comencé a superar el duelo por la muerte de mi viejo. Cuando comenzamos a tocar juntos los temas que después fueron para este nuevo disco, la conexión entre nosotros fue maravillosa, teníamos una empatía impresionante. Por eso, extraño mucho tocar con él porque Juan quería tocar en Lovorne, algo que para mí fue emocionante», se sincera Luciano, entre lágrimas, por el amigo que ya no está.
Las directrices de Lovornetorium son bien sinceras. «A mí, me gusta el heavy pero toco rock & roll y de ahí nada se aparta. Digamos que nunca me voy de la trilogía del metal, el rock y blues, así que con este disco, en ese sentido, todo es igual. Las letras vienen por el lado reflexivo, del autoconocimiento, entonces ahí veo que está lo diferente. Este disco es para pasar a una etapa nueva, a una de no sufrimiento. Que mi viejo haya muerto, más de la manera que murió a un par de metros mío, es algo que no me dejó muy bien. Todavía vienen algunas sangres frías a querer saber cosas, pero por suerte me los saco de encima porque aprendí a hacerlo».
¿Te suelen preguntar mucho por eso?
Sí. Fue un momento de mierda que estará en mi cabeza durante toda la vida. No tengo nada que explicar, ni necesito a nadie que me lo recuerde o remueva el cuchillo en la herida. Parte de Lovornetorium tiene que ver con superar los miedos, es fuerte. Yo siento que mi viejo nos juntó a mí y a Locomotora para hacer este disco que dice muchas cosas, o más bien, él nos juntó para hacer un disco como la gente; un disco como Lovornetorium. «