En los meses preelectorales, los políticos parecen jugadores de truco. Hacen señas, cantan falta envido con 24, tratan de adivinar el juego del otro. Esa nebulosa que precede siempre al cierre de listas ha comenzado a disiparse. Hubo movimientos claves: Elisa Carrió decidió ser candidata en la Ciudad para enfrentar, entre otros, a Martín Lousteau. La noticia fue música para los oídos de Horacio Rodríguez Larreta. La disputa, de concretarse, será el primer quiebre importante de la alianza Cambiemos. El radicalismo porteño respalda al ahora exembajador.
En el universo peronista, la novedad fue la definición de Florencio Randazzo, aparentemente confirmada, de competir en una PASO del Frente para la Victoria, en Provincia de Buenos Aires contra «quien sea», incluso, según su entorno, contra Cristina Fernández.
«Es central mirar al electorado, más allá de la cuestión dirigencial. Hay una polarización que existe y que el gobierno, claramente, apuesta a profundizar. Este escenario organiza la intención de voto por pertenencia política y le quita relevancia a quién es el candidato», remarcó Hilario Moreno, de la consultora Dicen. «En mis números, Carrió mide en Capital entre 35 y 40 puntos, pero si el candidato fuera (Diego) Santilli quedaría cerca. No quiero decir que dé lo mismo. Carrió mide mejor, pero los votos son del macrismo-Cambiemos.
El encuestador sostuvo que hay un proceso social en el que reaparece el bipartidismo.No está organizado por el clivaje UCR-PJ sino por el kirchnerismo-macrismo. «Eso complica las chances de Lousteau en Capital y de Sergio Massa en Provincia, aunque siempre hubo terceras fuerzas en el esquema partidario argentino.»
Sin dar números precisos, el director de Dicen señaló que en sus mediciones Lousteau ronda los 20 puntos y el kirchnerismo porteño los 25. Son cifras casi calcadas de las que hubo en la primera vuelta para jefe de Gobierno porteño en 2015.
Para Ricardo Rouvier, Carrió tiene una cuota de votos propios que ayudan al macrismo en su bastión: «Lilita es una figura que se fortaleció durante el último año y medio. Tiene un caudal propio.»
La decisión de Lousteau, para Rouvier, fue un «error» desde el punto de vista electoral. «Irse de Cambiemos ya le hizo perder varios puntos. No le va a ser fácil repetir la performance de 2015 y, además, cuesta mucho pensar cuál va a ser el discurso de la campaña. No puede centrarlo en la gestión porteña. Esta es una elección nacional.»
Sobre el FpV porteño, el consultor remarcó que todo depende mucho de cómo se termine definiendo la interna y quiénes sean los candidatos. «El kirchnerismo tiene un núcleo duro en Capital de 20 puntos. Para pasar de ahí habrá que ver quiénes son los candidatos y la campaña.»
La Provincia
Por la envergadura y volumen del peronismo bonaerense, el escenario del principal distrito electoral depende en gran medida de cómo se resuelva esa interna. Las dudas son: si Cristina será candidata; si se logra una lista de unidad; si Randazzo confirma su participación en una PASO. Serían todos escenarios muy diferentes. Lo único que parece confirmado hoy es la presencia de Randazzo y Daniel Scioli en el tablero.
«Lo de la polarización también corre para la Provincia sostuvo Moreno. En nuestra última medición nos dio que si Randazzo compitiera contra Cristina en una interna perdería por cuatro a uno.»
El sociólogo Artemio López, de la consultora Equis, tuvo una lectura similar. Afirmó que el exministro de Transporte «no tiene votos propios». «El espacio constituye a los candidatos, no es al revés. La idea de que tiene votos propios es una construcción de un sector de los medios que busca instalar la candidatura del «Flaco» para debilitar a Cristina. Hay figuras que suman para que un espacio pueda consolidarse. Randazzo podría llevarse algo del caudal de Sergio Massa, pero la dinámica nacional la define la polarización entre Cristina y Macri.»
El rol de María Eugenia Vidal, para Rouvier, será clave. «La estrategia de Cambiemos es clara: centrar la campaña en Vidal. Es un elemento difícil de medir ahora. Cuánto de la popularidad que tiene la gobernadora bonaerense pasará a quien finalmente sea candidato.»
Lo dicho por Rouvier puede aplicarse al FpV. En el caso de que Cristina no compita, cuánto de sus votos podrá trasladar. En la resolución de esos enigmas estará la clave de la elección. «