Uruguay votará hoy “en defensa propia”. Curiosamente, cada uno de los dos lados de la grieta generada en torno al referéndum por la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) estima que defenderá su integridad, votando por el Sí como por el No, según el caso.
Así lo han expresado los espacios políticos que sostienen una y otra postura. Mientras que fuerzas populares advierten sobre lo “nefasto” y “restrictivo” en derechos del articulado de la ley que modifica normas en materia penal, económica y social, la coalición de derecha gobernante afirma que el eventual desguace de la “ley madre” de su gestión será un “retroceso” que pondrá en juego la gobernabilidad, tal como aseguró el presidente Luis Lacalle Pou en su aparición pública del miércoles en el cierre de campaña.
A tono con las contiendas electorales de la región en los últimos tiempos, las encuestas mostraban hacia el final de la semana una paridad muy reñida, con una ligera diferencia a favor del No, con 45% de intención. Sin embargo, esta inclinación arrancó siempre por encima de los 40 puntos y se mantuvo con muy pocos cambios, a diferencia de la tendencia por el Sí, que comenzó por debajo de los 35 puntos y en 17 meses consiguió llegar a los 41, tomando la mayoría de su caudal de los indecisos, que aún hoy suman el 10%. Acaso aquella “gesta” que el exsenador del Frente Amplio, Rafael Michelini, mencionó a Tiempo la semana pasada, dio sus frutos y consiguió que mucha gente desinformada fuera decidiéndose a apoyar la propuesta que hoy estará representada por la “papeleta” rosada, en lugar de la celeste.
Para los dirigentes del FA, uno de los cien espacios políticos y sociales que integran la Comisión Nacional por el Sí, responsable de la junta de avales para que la Justicia electoral habilitara el referéndum, un eventual triunfo será “una victoria republicana” que dejará al partido en mejores condiciones frente al electorado, con miras a 2024. Incluso si el resultado no es favorable, lo que, de ocurrir, sería por pocos votos, según las consultoras. “Esa ley ya no tendrá apoyo popular”, definió el presidente del FA, Fernando Pereira, en el acto de cierre. “El gobierno debería pensar qué pasa que una enorme parte de la sociedad no suscribe lo que dice en el segundo año de su gobierno. Y cómo va a suscribir, si le prometieron a la gente que no le iban a bajar los salarios y se lo bajaron dos años consecutivos; que no iban a bajar las jubilaciones y las bajaron, incluyendo las mínimas; que no iban a subir los combustibles y subieron arriba del 30%”, describió. El tema del combustible ingresó en los últimos tramos del debate, ya que la LUC faculta al gobierno a fijar y regular el precio de este insumo, con la promesa presidencial de que se mantendría a raya. Ocurrió todo lo contrario.
Lacalle Pou intenta aferrarse a una ley con la que basó los cimientos de su gestión. Por eso, en sus últimas declaraciones, sostuvo que si la oposición triunfa en el referéndum, su gobierno sufrirá “un retroceso”. Incluso advirtió que “no es lo mismo gobernar con estos 135 artículos que sin estos 135 artículos”. El presidente insistió, sobre todo, en las reformas en materia de seguridad pública. “En este capítulo en particular, la derogación significaría claramente un retroceso”, destacó. “Pónganse en los zapatos de ese hombre, esa mujer policía, que la ciudadanía le saca ese escudo, esas herramientas que le permiten combatir mejor a la delincuencia”, dijo. Justamente, esa parte de las reformas impuestas en la LUC es la más criticada por el movimiento que promovió el referéndum. De hecho, sus artículos habilitan a los efectivos a actuar con menor reparo, sobre todo en el uso de armamento y en el trato con “sospechosos”. Legitima, en cierta forma, la violencia policial y habilita las detenciones sin mayores objeciones, incluso si el oficial se siente “agraviado” en la vía pública. Pero no es lo único. Entre otras modificaciones impuestas en la ley, se reduce la presencia estatal y debilita el rol de las empresas públicas, se restringe el derecho de huelga y el acceso a la tierra, se debilitan los derechos de la niñez y adolescencia y más. El detalle puede leerse en el sitio <votasi.uy>.
El presidente, en cambio, asegura que desde la vigencia de LUC el país registró “beneficios”. Lo dicen, afirmó, “los registros que tenemos en seguridad pública; lo dicen los registros que tenemos en materia de narcotráfico, en materia de adopciones”. Mencionó también como positivas las reformas en materia de alquileres, educación, trabajo y libertad financiera. Y confirmó que más allá del resultado, “no va a cambiar la agenda” del gobierno prevista para este año.
Obligados a viajar para votar
El referéndum de hoy para derogar o mantener 135 artículos de una ley clave del gobierno marcará el pulso político de Uruguay, a dos años del inicio del gobierno de la coalición de derecha que lidera Luis Lacalle Pou. Para algunos analistas, tendrá un impacto similar al de las elecciones de medio término, aunque la paridad que reflejan las encuestas hace difícil de establecer qué sacará en contra y a favor cada espacio en pugna. Todos los uruguayos habilitados, cerca de 2,7 millones, están obligados a votar. Los que viven en el exterior, solo pueden hacerlo viajando a su país. Por eso, los promotores del referéndum estuvieron en Argentina la semana pasada para convocar a la comunidad uruguaya en este país.
Los residentes, incluso, se organizaron a través de las redes sociales para conseguir dinero para quienes no puedan ir por sus propios medios o para coordinar la manera de aprovechar los vehículos disponibles y gastar menos en el viaje.
La Constitución habilita la realización de un referéndum para derogar una ley dentro del año de su promulgación, si se alcanza un número de firmas equivalente al 25% del total de inscriptos habilitados para votar. Los espacios políticos y sociales que integran la Comisión Nacional por el Sí consiguieron que la Justicia electoral validara 671.600 firmas de las presentadas el 8 de julio de 2021, de un total de 800 mil reunidas. Los electores podrán optar por la boleta del Sí de color rosado, que anula los 135 artículos de la LUC, o la del No de color celeste, que los mantiene vigentes. También pueden optar por el voto en blanco o nulo.