Para los dirigentes, a contramano de lo que asegura la conducción de la CGT, ese acuerdo habilitó una seguidilla de rebajas salariales de las más diversas patronales y sectores. En este punto coincidieron con otras expresiones del sindicalismo como algunos dirigentes puntuales de la Corriente Federal de los Trabajadores, ambas CTA y los metrodelegados de la AGTSyP que se pronunciaron en contra públicamente.
Por eso, el título que eligieron para la declaración de convocatoria que se producirá el martes a las 11 am en la sede de Trabajo de la avenida Callao es “No al pacto CGT-UIA-Gobierno”.
La movilización reunirá a los docentes del sindicato porteño Ademys, los trabajadores del neumático nucleados en el SUTNA, la seccional de la Unión Ferroviaria de Haedo, los docentes de la AGD-UBA, el sindicato ceramista, varios Sutebas como el de La Matanza, y dirigentes de comisiones internas como la de Aluar, el ministerio de Economía y el Hospital Italiano, también incluye a organizaciones piqueteras, como el Polo Obrero, el Teresa Vive o el MTR cuyos dirigentes y responsables de los comedores populares también se manifestaron en la avenida 9 de julio, con estricto distanciamiento social, en reclamo de más alimentos y condiciones de sanitarias ante la creciente demanda de comida y las crecientes carencias sanitarias en los barrios.
Las organizaciones avanzaron en un planteo político general. Aseguran que “el gobierno de Fernández está flexibilizando cada día más la cuarentena y ha dado el visto bueno a los recortes salariales pactados entre la CGT y la UIA”.
Del mismo modo, denuncian que “negocia con los bonistas privados para garantizar pagarles la fraudulenta deuda externa y sigue cumpliendo con los pagos de intereses al FMI y otros organismos”.
Para los dirigentes que firman la convocatoria, mientras “el número de contagios va en aumento, el gobierno juega con el peligro de un descontrol de la pandemia en las barriadas populares”. Además, advierten, “crecen los casos de infectados entre los trabajadores de la salud”. Por otro lado, aseguran que “la realidad es que entre los trabajadores, los jubilados, los obreros de las cooperativas, crecen el hambre y la miseria”, mientras que, “en contraste, las patronales recibieron miles de millones de pesos, incluyendo grandes empresas y multinacionales (pero nada a las empresas recuperadas)”.
En definitiva, aseguran, “mientras (el gobierno) cajonea el anunciado impuesto a las grandes fortunas, auxilia a los empresarios con la plata del ANSES, que es de los propios trabajadores”. Por eso, recuerdan, “la burocracia de la CGT acordó con la UIA que pueden suspender pagando el 75% del salario “neto”, con la anuencia del gobierno” y, se indignan, “¡El estado paga el 50% de los salarios y las patronales pueden pagar solo el 25% restante!”.
Con todo, los dirigentes saludan las decenas de luchas que se desarrollan “pese a las restricciones de movilidad por la cuarentena” y, entre otras, destacan las ya mencionadas así como las de los trabajadores de reparto, los de Clarín, la de los municipales de Jesús María, del frigorífico Penta, Bed Time y los pasteleros de Nirva y los fast food.
Entre reivindicaciones contra los despidos y las rebajas salariales, la defensa de las paritarias y la actualización de los salarios así como un seguro de $30 mil para desocupados y monotributistas, plantean consignas políticas de fondo como “que la crisis la paguen los capitalistas, los bancos, multinacionales y grandes empresarios, no el pueblo trabajador. Por impuestos a todas las grandes riquezas, multinacionales, bancos, patrimonios y dueños de la tierra y el no pago de toda la deuda externa. Por la nacionalización de los hidrocarburos, la banca, el comercio exterior y todos los recursos estratégicos, sin indemnización, para afrontar la crisis en el marco de un plan económico al servicio y bajo control de los trabajadores”.
Del mismo modo, y ante la generalización de las ATP, ratifican su reclamo de la “intangibilidad de los fondos del ANSES y el aumento de emergencia a jubilados y planes sociales”. Por último, entro otros puntos, desde el punto de vista sanitario, proponen un “sistema único de salud que incluya a los geriátricos” y que sea “estatal, gratuito e igualitario, nacionalizando el sector privado de salud, tanto asistencial (clínicas y sanatorios) como la industria farmacéutica, sin indemnización”.
Como parte de un planteo integral también repudian las “medidas de militarización” y rechazan de forma de “coartar el derecho a la protesta” así como garantizar los “plenos derechos a la actividad sindical y reivindicativa y a manifestarse políticamente”. La jornada, además, será el puntapie inicial de un plan de acción que continuará con un plenario nacional de dirigentes a realizarse en forma virtual el 27 de mayo de este mes.