El Índice de Salarios presentó en junio un alza del 6,2%, por encima de la inflación de ese mes que fue del 4,6%, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Es el tercer mes consecutivo en el que el Índice de Salarios le gana al Índice de Precios al Consumidor.
Este incremento fue producto de un alza del 6,7% en los salarios de los trabajadores registrados, del 3,9% de los empleados públicos, y del 9,2% de los empleados no registrados, que son un tercio de los ocupados.
En los seis primeros meses del año el Índice de Salarios aumentó 84,3%, también por encima de la inflación, que había alcanzado al 79,8%.
En ese mismo lapso, los ingresos de los trabajadores privados registrados tuvieron un alza del 93,6%; los de los empleados públicos, del 73,3% -es decir, por debajo de la inflación-, mientras que los de los trabajadores no registrados quedaron muy lejos: solo subieron un 69,8%.
Las diferencias se agigantan al tomar lo sucedido en el último año. En ese caso, el índice de Salarios con el 216,3% quedó por debajo de la inflación que alcanzaba al 271,5%, es decir poco menos de 60 puntos porcentuales por debajo de la carestía.
Los empleados registrados del sector privado fueron los que menos sufrieron este desfase con un alza del 249,3%. Pero en el caso de los empleados públicos, el deterioro es notable ya que ese salario subió solo un 186,8%. Los trabajadores no registrados solo pudieron obtener un alza del 159,3%, según el organismo oficial.
El gobierno nacional y los economistas afines toman la evolución de los últimos meses para asegurar que la economía «ya está en la senda de la recuperación», como aseguró el presidente Javier Milei en el Council of the Americas este miércoles. Sin embargo, la realidad es que tres de cada cuatro personas vive en hogares con ingresos que no alcanzan para adquirir ni siquiera una canasta y media básica, que solo contiene los alimentos para no pasar hambre.