Dos policías son llevados a juicio oral imputados como coautores del homicidio de Facundo Ferreira, el niño de 12 años que fue asesinado en 2018 en la capital tucumana, durante una persecución policial.
La medida la dio el juez Facundo Maggio que dio lugar al pedido de la Fiscal de Homicidios Adriana Gianonni y elevó el juicio oral la causa de los policías Mauro Díaz Cáceres y Nicolás González Montes de Oca.
Ambos agentes están imputados como coautores del homicidio de Facundo Ferreira, “agravado por alevosía en el abuso de sus funciones como miembros de la fuerza y por la utilización de un arma de fuego, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
El requerimiento de elevación a juicio señala que los policías “no actuaron según lo dispuesto por el protocolo oficial de la fuerza de seguridad” y los acusa “de haber alterado las pruebas y la escena del hecho con la intención de obstaculizar la investigación” y de “no haber tomado las previsiones para el traslado inmediato del menor hacia el hospital, quien se encontraba con vida”.
De acuerdo a lo indicado en el escrito “los dos agentes que pertenecen a la División Motoristas del Servicio 911 de la Policía, pasadas las 1 de ese 8 de marzo, cruzaron la platabanda y emprendieron la persecución, en contramano por avenida Benjamín Aráoz, de otro motovehículo que era conducido por un menor, de 15 años, quien llevaba de acompañante a Ferreira”.
En ese momento, “Díaz Cáceres efectuó disparos con su escopeta (cargado con postas de goma) hacia jóvenes y los proyectiles impactaron en el tórax, en el brazo y el codo derecho, y en la rodilla del mismo lado de Ferreira”.
Luego, Díaz Cáceres, “injustificadamente y con claras intenciones de provocar la muerte de los ocupantes de la moto, realizó cinco tiros con su arma de fuego reglamentaria (una pistola Bersa 9 milímetro), mientras que González Montes de Oca efectuó tres disparos también con su arma reglamentaria (FM Hi-Power 9 milímetros), impactando un proyectil en la nuca de Facundo Ferreira”, indica la acusación.
Ante esa situación, “el menor que conducía respondió disparando dos veces una pistola calibre 22 largo, que llevaba consigo y buscaron protección detrás de un contenedor de basura”.
Finalmente Ferreira fue trasladado al Hospital Padilla, donde murió, mientras el otro menor fue sobre de la acusación de portación de arma al ser inimputable.
En tanto, José Ardiles, subsecretario de Seguridad de la provincia, informó ayer que Díaz Cáceres y González Montes de Oca se encuentran “en situación pasiva”, es decir, “sin cumplir tareas” en la Policía.
“Si son condenados en este proceso penal, serán exonerados”, afirmó el funcionario.