En una nueva escalada hacia una guerra con Rusia, los gobiernos de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania coordinaron su salida conjunta de la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersona alegando una «situación inestable» en el ámbito de la seguridad y con el objetivo de tener la máxima «flexibilidad» y «libertad» a la hora de decidir las armas a utilizar en caso de amenaza.
«Con esta decisión, estamos enviando un claro mensaje: nuestros países están preparados y pueden usar cualquier medida necesaria para defender su territorio y su libertad«, suscribieron los ministros de Defensa de los cuatro países, que ya en las últimas semanas habían renunciado a seguir dentro del conocido como Tratado de Ottawa.
Lithuania, Poland, Latvia and Estonia have announced their withdrawal from the Ottawa Convention on Anti-Personnel Mines. pic.twitter.com/cwrgTYZRTl
— Lithuanian MOD 🇱🇹 (@Lithuanian_MoD) March 18, 2025
Estos cuatro gobiernos, que emplazan a otros países aliados a «respetar» la decisión y a entender la especial particularidad del flanco este europeo por su cercanía a Rusia, sostienen en un comunicado conjunto que esta retirada no implica que dejen de estar «comprometidos» con el Derecho Internacional y el respeto a la población en caso de conflicto armado.
«Las amenazas militares a los países miembro de la OTAN fronterizos con Rusia y Bielorrusia han aumentado significativamente», indican, al aludir a la invasión militar rusa sobre Ucrania y a las constantes amenazas vertidas desde Moscú sobre «la comunidad euroatlántica» en su conjunto.
La nota firmada por los ministros de Defensa implica una recomendación formal a la que deben seguir distintos pasos formales. Los Estados parte del Tratado de Ottawa -firmado en 1997- tienen derecho a salirse de este acuerdo, si bien la ruptura de la convención sólo tendrá efecto seis meses después de que formalicen su petición, tal como establece el texto en su artículo 20.
algo con Europa Press