El exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbin anunció que se presentará a las elecciones generales como candidato independiente en el distrito de Islington North, al norte de Londres, con lo que se ganó un nuevo rechazo de la agrupación política que integró hasta que fue expulsado por primera vez en 2020. Pacifista, republicano, vegetariano y activista por los Derechos Humanos y la causa palestina, fue apartado una vez de su partido, al que dirigió entre 2015 y 2019, acusado de antisemitismo. El ahora titular del PL, Keir Starmer, aparece como favorito para sustituir al actual primer ministro conservador Rishi Sunak, quien esta semana llamó a las urnas para el 4 de julio.
La sorpresiva convocatoria fue explicada como un modo de legitimar su mandato, ya que llegó al poder por esos vericuetos de la ley electoral, que permite al partido de gobierno reemplazar al premier. Es lo que pasó en octubre de 2022, cuando debió renunciar Boris Johnson, votado en 2019, tras una seguidilla de escándalos. Subnak espera aprovechar la baja de inflación y un leve crecimiento.
Sin embargo, ya van 14 años de gobiernos conservadores y los laboristas se relamen pensándose ya en el 10 de Downing Street. Corbin había llegado a ser muy popular en su momento de mayor auge, con un programa progresista como el partido no mostraba en décadas, pero no le alcanzó. Ahora propone «una alternativa genuina a los años corruptos de este gobierno conservador», controles a los alquileres, la propiedad pública de la energía y el agua, un New Deal Verde y una política exterior ética basada en la paz y los Derechos Humanos.