Desde que se convirtió en ley la incorporación de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en el calendario electoral de Argentina hace 13 años, han pasado innumerables intentos de eliminarlas durante los diferentes gobiernos. El ida y vuelta de una herramienta que, dependiendo el contexto político electoral, sirve o no para unos y otros.

En el 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el Congreso de la Nación Argentina aprobó la “Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral” (Ley 26.571), que incluía las PASO. El objetivo de la norma era darle una normativa a los partidos con el fin de que estén habilitados para presentarse en las elecciones generales nacionales. Establece un piso de al menos 1.5% de los votos válidos emitidos y además define la conformación de la lista de cada partido político mediante internas abiertas. Empezaron a utilizarse en los comicios de 2011.

Desde entonces, se realizan cada 2 años, en agosto, y sirven para definir dentro de cada espacio político las listas de diputados y senadores, así como las fórmulas presidenciales para la elección general de octubre. Sin embargo, en muchos casos no hay competencia interna, por lo que se cuestiona la utilidad de las PASO, sobre todo el gasto del Estado para realizarlas.

Según el jefe de Gabinete, Guillermo Francos: «El proceso electoral de 2025 para elegir diputados y senadores nacionales tendrá un costo estimado de más de 500 millones de dólares, entre PASO y elecciones generales». Asimismo, precisó que «si elimináramos las PASO, se ahorraría entre 35% y 40% de esa suma. Es decir, estamos hablando de un ahorro superior a los 150 millones de dólares”.

Pero, hagamos memoria. Uno de los primeros intentos, se dio en el año 2017 en el marco de las elecciones legislativas y durante el gobierno de Mauricio Macri. En ese momento, era el jefe de gabinete Marcos Peña quien prometía eliminar las PASO luego de considerar que eran «un experimento único en el mundo» y «alargaban» los períodos electorales. Nunca se envió proyecto al Congreso.

Ex diputados como Pablo Tonelli (PRO), presentaron en 2019 proyectos de eliminación de las PASO en sintonía con lo que sostenía Mauricio Macri de que las primarias eran una «experiencia frustrante».

En 2021, otro año de elecciones legislativas, una parte del Frente de Todos (FDT) referenciada en los gobernadores y La Cámpora, volvió a la carga con la propuesta. Fue el ex ministro de Interior, Eduardo de Pedro, quien defendía la iniciativa tras afirmar que «el 100% de los gobernadores del FDT» no quería las PASO pero que, para eliminarlas, había que «convencer» al presidente Alberto Fernández.

En ese momento, pandemia de por medio, el oficialismo sólo avanzó con el tratamiento del corrimiento de la fecha electoral y la promesa de que la eliminación de las PASO fuera tratada el año siguiente, puesto que no era electoral. En ese momento, la propuesta no reunía consenso dentro del mismo bloque.

Diputados como Leandro Santoro sostenían que «no había que cambiar las reglas de juego a menos de un año de las elecciones primarias». Sin embargo, los gobernadores del PJ, con Jorge Capitanich y Axel Kicillof a la cabeza, pedían la eliminación de las primarias y hasta circuló que se habían contactado con Cristina Fernández de Kirchner para que dé su apoyo a la iniciativa. Pero ni la vicepresidenta, ni su hijo Máximo Kirchner, se expresaron sobre el tema.

Ese año, casualmente el actual presidente que era diputado nacional junto con su vicepresidenta Victoria Villarruel si bien cuestionaban la existencia de las PASO no confirmaron su posición respecto a la eliminación porque consideraban no era tema de la agenda de la sociedad.

Ahora, la administración libertaria que presentó un proyecto en noviembre tiene el objetivo de que se trate durante las próximas sesiones extraordinarias en el Congreso. Según confirmó Francos, de no haber acuerdo, buscará hacerlo durante el período legislativo ordinario.

Lo paradójico es que los ex cambiemistas cambiaron de postura y ya no están de acuerdo con la supresión de las primarias, sino que como mucho están dispuestos a implementar unas «PAS». Es decir, que las primarias no sean obligatorias. Así lo establece un proyecto presentado por la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, la diputada María Eugenia Vidal.

Ante ese contexto, los libertarios tendrán que buscar acuerdo con Unión por la Patria para poder sacar la ley.

El fantasma del decreto

Según el artículo 99 de la Constitución Nacional, el Poder Ejecutivo Nacional no puede legislar en materia electoral. Es potestad del Congreso discutir estas iniciativas y se requiere la mayoría absoluta de cada cámara; es decir, la mitad más uno de sus integrantes, no de los presentes a la hora de votar, por lo que sin acuerdo político es poco probable que las PASO se vayan eliminar definitivamente del calendario electoral.