Este domingo, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de visibilidad reducida para este lunes en toda la provincia de Santa Fe, incluyendo la ciudad de Rosario, y el norte de Provincia de Buenos Aires, que llegará hasta el AMBA, en caso de que persistan las condiciones climáticas actuales.
El motivo tiene que ver con los incendios fuera de control en el Amazonas (los fuegos van desde Brasil hasta Paraguay y Bolivia) que se desataron hace varios días, sumado a un persistente viento norte que impulsa la llega del humo.
El humo que trae el viento norte llegará a afectar al AMBA y a varios municipios del interior bonaerense. De persistir las condiciones actuales, la falta de visibilidad también afectará a otras diez provincias en todo el país.
Por el momento, la baja de visibilidad abarcará las siguientes localidades: Arrecifes, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Colón, General Arenales, General Pinto, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Pergamino, Rojas, Salto, Campana, Exaltación de la Cruz – San Antonio de Areco, Zárate, Escobar, General Las Heras, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Mercedes, San Andrés de Giles, Suipacha, Brandsen, Cañuelas, Magdalena, San Vicente, Berisso, Ensenada y La Plata.
La presencia de humo está pronosticada, podría “representar inconvenientes o dificultades en el normal desenvolvimiento en la vida social”, según explicaron desde el SMN. Si la situación en el norte no mejora y el viento no cambia de dirección, el panorama podría empeorar y extenderse también el martes.
Humo sobre Argentina
Un nuevo frente frío desde el sur previsto para el miércoles generará una rotación del viento que permitirá el ingreso de aire más limpio desde la Patagonia a toda la región.
Las provincias argentinas abarcadas por la presencia de humo son Misiones, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero y Chaco. También afectará parcialmente a Jujuy, Salta, Catamarca, Santa Fe y Tucumán.
La contaminación ambiental por los incendios forestales motivó la declaración de emergencia nacional y la emisión de una alerta sanitaria por parte del gobierno de Bolivia, Luis Arce. Ya tienen más de 6.000 atenciones médicas registradas a partir del humo y los fuegos, y se multiplicaron las operaciones aéreas canceladas como consecuencia de los incendios en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y La Paz, según informaron las autoridades bolivianas.
El presidente Luis Arce, a través de sus redes sociales, anunció que la medida busca “precautelar la salud de la población boliviana” dado los “altos niveles de contaminación ambiental producto de los incendios”. Esta decisión tiene como objetivo principal proteger a las personas con enfermedades crónicas, así como a niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.
Algo que no es nuevo
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria remarcan que esto no es nuevo: «Argentina se encuentra actualmente en situación de emergencia ígnea y la problemática de la creciente cantidad de focos de incendios forestales, rurales, de pastizales en nuestro país se reitera año tras año».
Los focos de incendios tienen múltiples motivos, y las acciones humanas son responsables del 95% de los casos. La proliferación de los incendios también se explica por el cambio climático: altas temperaturas, intensas sequías, bajos niveles hídricos. Todas estas condiciones hacen que los territorios sean más propensos a incendios o que éstos se propaguen más rápidamente.
El material particulado de los incendios forestales puede viajar hasta 1000 kilómetros, lo que representa una amenaza para la salud respiratoria en un área amplia. Las emisiones incluyen además monóxido de carbono; óxidos de nitrógeno, incluidos NO2 y óxido nítrico; y compuestos orgánicos volátiles.
Esas emisiones producen inflamación que empeora las enfermedades respiratorias crónicas como el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cambios genéticos que pueden desencadenar cáncer, aumentan el riesgo de infecciones respiratorias, y tienen efectos directos sobre los ojos, nariz, la piel y otros órganos. Muchas enfermedades respiratorias, incluidas el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, se desencadenan por factores ambientales.
Recomendaciones para la población
El grupo de más vulnerables a los efectos adversos del humo de los incendios forestales incluye a los mayores de 65 años, las personas con afecciones cardíacas o respiratorias preexistentes, las personas de áreas socioeconómicas más bajas y los niños debido a su sistema respiratorio menos maduro, y mayor frecuencia respiratoria en relación con el tamaño corporal.
«El impacto del humo es claramente hoy visible a través del aumento de hospitalizaciones, visitas al departamento de emergencias y uso de medicamentos para el asma», advierten desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, y acercan recomendaciones para toda la población:
- Mantener las puertas y las ventanas cerradas.
- Si tenés aire acondicionado, encendelo cerrando la entrada de aire exterior, y mantené el filtro limpio para evitar que entre el humo.
- Mantené la buena calidad del aire interior. No aumentes la contaminación del aire de adentro.
- No fumes tabaco ni ningún otro producto, ya que con ello aumentará la contaminación del aire.
- Si las concentraciones de humo son altas, no enciendas nada que queme. Por ejemplo, velas o la chimenea.
- No pases la aspiradora porque eso mueve las partículas que ya hay en tu casa.
- Si tenés asma u otra enfermedad pulmonar o cardiovascular, tomá tus medicamentos y llamá al médico si tus síntomas se agravan.
- Si salís, usá mascarilla o barbijo. Las “N95” brindarán algo de protección cuando se usan adecuadamente.
- Evitá o minimizá las actividades recreativas y/o deportivas al aire libre.
Preocupación por la situación climática y los incendios recurrentes
Aproximadamente un 21% del territorio argentino está compuesto por humedales y los incendios presentan un riesgo enorme a estos ecosistemas que ayudan a mitigar los efectos que provocan las sequías, previniendo los focos de fuego, y son barreras naturales que ayudan a prevenir el avance de las llamas.
Representan un factor clave para reducir los efectos de la crisis climática porque aportan diversidad biológica y cultural, son fuentes para el almacenamiento de carbono (reteniendo más gases de efecto invernadero), almacenan agua y así amortiguan los impactos de las lluvias, fundamental para el control de las inundaciones.
«Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria expresamos nuestra preocupación por los incendios recurrentes en las distintas geografías del país, y el impacto en la salud respiratoria en particular, y consideramos necesaria la concientización del problema, la priorización del mismo y la toma de decisiones en las esferas que correspondan para contener esta situación que enferma a la sociedad», remarcan en la AAMR.
Y completan: «Un enfoque federal de esta situación es mandatorio por ello convocamos a generar una agenda que contemple estrategias a corto y largo plazo focalizada en este importante problema sanitario que representa una amenaza para la salud respiratoria. Proponemos el relevamiento del conocimiento social del tema, actividades de educación, concientización y trabajos de investigación que pongan de manifiesto su impacto sobre la salud».