Horas antes de la reaparición pública de Mauricio Macri en la arena política, el jefe de gabinete Guillermo Francos recibió a los gobernadores de Juntos por el Cambio en Casa Rosada. El encuentro, pactado hace más de tres semanas, tuvo como eje el reclamo de los mandatarios por el desfinanciamiento de las cajas provinciales, la reactivación de las obras públicas nacionales, y develar la incógnita sobre la gratificación que recibirán por haber respaldado a las fuerzas del cielo.
Los gobernadores aterrizaron en la capital porteña dispuestos a marcarle la cancha al gobierno después de brindar su apoyo en la Ley Bases. Durante la cumbre, que se agendó para las 11 de la mañana de este jueves y se extendió por más de dos horas, los mandatarios provinciales demandaron al oficialismo la conformación de una hoja de ruta más federal y el saldo de deudas entre la nación y las provincias.
Según pudo saber este medio, la propuesta que trajeron al gobierno implica una cancelación cruzada de deudas entre las provincias y nación, que les permita iniciar un nuevo ciclo sin reclamos antiguos. “Pusimos sobre la mesa todas las dudas y ver cómo hacemos para ‘netearlas’, para que todo quede en cero”, expuso un gobernador ante Tiempo. Una tábula rasa económica que permita afinar aún más las relaciones entre el Ejecutivo y sus aliados.
En la misma línea, los dirigentes exigieron al gobierno que salde las deudas que el estado nacional mantiene con las constructoras en las provincias. Estas empresas, a cargo de la ejecución de las obras públicas, arrastran un reclamo por falta de pago y exigen que se liquide para continuar con las obras que Nación transfirió en el último tiempo. El gobierno, afirmó uno de los gobernadores que participó de la cumbre, se comprometió a solucionarlo en el corto plazo.
“Vamos a trabajar en los temas que siempre se discuten y nunca se resuelven”, dijo ante este medio uno de los gobernadores presentes. En este sentido, afirmó que, además, insistirán con el reclamo de bajas de impuestos y la modificación del sistema coparticipable que “perjudica con su mala distribución” a las provincias que más aportan.
Los diez cambiemitas tienen como objetivo saber cuál será el rol que les otorgará el Ejecutivo después de apoyar casi sin complicaciones la aprobación de la Ley Bases y prestarse a la helada puesta en escena que significó la firma del Pacto de Mayo en la madrugada del 9 de julio en Tucumán. Todos esperan tener una retribución concreta que les permita consolidar su poder en las provincias y desmarcarse de los cinco mandatarios filo kirchneristas que no estamparon su nombre en el acta refundacional.
El as de los dirigentes es la acefalía de bancas que tiene el gobierno nacional en el Congreso. Con este escenario, los gobernadores utilizarán a sus legisladores como moneda de cambio para hacer valer sus reclamos y obligar al gobierno a cumplir con cada una de sus exigencias.
De la cumbre participaron el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, reciben en Casa Rosada a los gobernadores de Chaco, Leandro Zdero; de Chubut, Ignacio Torres; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de Jujuy, Carlos Sadir; de Mendoza, Alfredo Cornejo; de San Juan, Marcelo Orrego; de San Luis, Claudio Poggi; de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; y el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri. También, participó el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.
Casi una hora más tarde del inicio se sumaron el subsecretario de Gestión Institucional y mano derecha de Karina Milei, Eduardo ‘Lule’ Menem, el vicejefe de gabinete José Rolandi y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal Murphy.
A ellos se sumó el siempre omnipresente asesor presidencial, Santiago Caputo, a quien se pudo ver correr a su oficina en el primer piso de la casa de gobierno tras la reunión con los gobernadores. Horas antes de este encuentro, el Mago del Kremlin rompió el silencio con TN y se explayó sobre la relación con Mauricio Macri de quien, dijo, tiene una “excelente opinión.”
“Estamos enormemente agradecidos por su apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante el presidente Milei” dijo el miembro VIP del Triángulo de Hierro, que integra junto a los Milei horas antes de que el ex presidente se encamine a volver a la escena pública.
La amabilidad del padre de la criatura no es casual. Días atrás, desde el círculo de Mauricio Macri dejaron trascender el enojo por la falta de protagonismo en la firma del Pacto de Mayo y el destrato que recibió a pesar de haber volado desde Europa sólo para participar. Por esos días, en el gobierno no dieron trascendencia al reclamo filtrado y, a cambio, adelantaron que se estaba trabajando en un interbloque del PRO y La Libertad Avanza en el Congreso. La versión fue descartada por los legisladores del espacio amarillo, quienes advirtieron que esto respondía a una operación ejecutada desde puertas adentro de Balcarce 50.
La escalada de la tensión entre los laderos de Macri y Milei se cortó de raíz por los mismos protagonistas. Este lunes, el presidente y su antecesor cenaron juntos en la quinta presidencial de Olivos, donde mantuvieron un encuentro que se extendió hasta entrada la madrugada del martes. Decididos a bajar la espuma que se generó a su alrededor, ambos acordaron no filtrar el contenido del cónclave que tuvo como plato principal milanesa con ensalada.
Minutos más tarde de finalizada la reunión entre los representantes del Ejecutivo y las provincias, Nacho Torres, Jorge Macri y Rogelio Frigerio se embarcaron rumbo a La Boca para participar del relanzamiento con tintes electorales del ex presidente en la tierra que lo vio nacer como dirigente político. La postura de los referentes amparados por Macri sobre una eventual fusión con LLA es clara. “Podemos apoyarlos, pero nosotros tenemos que tener impronta propia”, sintetizó uno de los gobernadores.