En el marco de un ajuste brutal en casi todas áreas del estado, donde la educación superior no es la excepción, el pasado jueves se reunió, de forma virtual, el Plenario de Secretarios y Secretarias Generales de Conadu para definir las acciones ante la inminencia del comienzo de clases.

En ese sentido, el Plenario resolvió declarar el estado de alerta y movilización y la emergencia salarial en las Universidades Nacionales y la realización de consultas en los sindicatos de base sobre el no inicio de las clases, con mandato explicito para un nuevo Plenario a realizarse el 24 de febrero próximo, para delinear un plan de lucha.

En la declaración del Plenario de Conadu también figura “la urgente constitución de la Paritaria Nacional Docente y la inmediata restitución de los salarios adeudados desde hace un año a las y los docentes de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, y el cese de la violación a su autonomía establecida por la Ley de Educación Superior”.

“Es necesario un aumento del 34 por ciento para recomponer el nivel salarial de noviembre de 2023. En dicho mes, como señalamos en múltiples ocasiones, tampoco estábamos en el mejor de los mundos pues desde 2016 al presente la tendencia de los salarios fue hacia la baja” remarca la organización gremial.

Así las cosas, se avecina otra fuerte disputa de la comunidad educativa universitaria frente a políticas publicas regresivas. Nada nuevo. Nada que sorprenda.

Sin embargo, lo nuevo, en este caso, es que parece crecer el nivel de resistencia. ¿Alcanzara para dar vuelta la taba?

El Ciudadano