El presentismo docente es la carta que pondrá sobre la mesa el gobierno de María Eugenia Vidal en la segunda reunión paritaria con los maestros bonaerenses para mejorar su oferta, sin moverse del 15% ni incorporar la cláusula gatillo, como piden los gremios del sector.
La negociación paritaria arrancó el jueves. Como se esperaba, los funcionarios provinciales ofrecieron una suba del 15%, a pagar en tres cuotas de 5% en enero, mayo y septiembre, en línea con la meta inflacionaria dispuesta por la Nación. No incluyó cláusula gatillo, como en 2017, ni tampoco revisión a nueve meses, una posibilidad que se barajaba como alternativa.
La oferta fue rechazada en el momento por «insuficiente» por el Frente de Unidad Docente, que integran Suteba, FEB, AMET, SADOP, UDA y Udocba. Los sindicalistas argumentaron que «hasta las consultoras más afines al gobierno prevén una inflación superior al 20 por ciento». La suba, según los cálculos gremiales, significa 655 pesos por cuota para el maestro que recién se inicia, y que pasaría así de los 12.500 pesos actuales a 14.465 en octubre. El incremento no llega ni a cubrir la canasta básica total que hoy está en 16.600 pesos.
Durante el encuentro, que se realizó en el Ministerio de Economía bonaerense, el equipo de Vidal anunció también que la gobernadora firmará un decreto otorgando un «reconocimiento extraordinario» de 4500 pesos a todos los docentes que tuvieron asistencia perfecta en 2017, es decir que no faltaron ni adhirieron a los paros. Y anticiparon que en la próxima reunión, que será está semana pero aún no tiene fecha, presentarán una propuesta relacionada con el presentismo.
Con el tema planteado, el gobierno salió a difundir que el ausentismo docente en 2017 fue del 17%, que se otorgaron 105 mil licencias por mes y que le costaron al Estado 19 mil millones al año. La intención oficial es bajar a la mitad ese índice y destinar esos recursos para engrosar los salarios de los docentes que no falten este año, algo que ya es rechazado.
Los gremios quieren discutir el ausentismo pero no están dispuestos a que forme parte del salario. Reclaman a Educación desde el año pasado que dé a conocer las cifras de las licencias ya que no coinciden con los números propios y pretenden, además, debatir las condiciones laborales. También retrucan que es el Estado el que tiene el control de las licencias médicas y puede evitar los abusos. El sistema está tercerizado y cambió hace un mes cuando Educación implementó un régimen online que le permite llevar la cuenta de las inasistencias en tiempo real. La auditoría quedó en manos de dos adjudicatarias: Dienst Consulting, la misma empresa que venía realizando el control desde 2009 y que era denunciada por ineficiente por los maestros, y Healthy SA.
«Nunca nos negamos a discutir el ausentismo pero no lo vamos a discutir como un premio a la salud ni dentro de la paritaria», señaló a Tiempo la presidenta de la FEB, Mirta Petrocini, y volvió a pedir que el gobierno dé a conocer los números, ya que tampoco hubo información en la reunión del jueves. «Queremos saber a qué responde ese número enorme que se dio a conocer y desglosarlo, porque a veces, por ejemplo, la designación de un suplente obedece a que el titular está ocupando un cargo de mayor jerarquía y eso no es ausentismo», dijo y agregó: «No convalidamos abusos ni excesos pero el Estado es quien puede realizar una auditoría y controles para que eso no ocurra».
En la misma línea, la secretaria adjunta del SUTEBA, María Laura Torre, cuestionó la cifra del 17% y señaló que, según datos que surgen de sus afiliados y de los centros de salud propios, el ausentismo fue del 7 por ciento. Anticipó que rechazan «cualquier cláusula» de presentismo. «Es un planteo disciplinador: una embarazada no tuvo asistencia perfecta, entonces no lo cobra. Es lo mismo que intentó Eduardo Duhalde en 1992 y fracasó, porque generó el efecto contrario», cerró. «