Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU aseguraron que todas las potencias presionarán a los talibanes para que sean más inclusivos tras su toma de posesión militar. China y Rusia describieron la vuelta de los talibanes al poder como una derrota para Estados Unidos y se movilizaron para trabajar con los insurgentes, pero ningún país ha reconocido al gobierno. De hecho, en la ONU todavía figura como representante diplomático del país afgano Ghulam Isaczai, quien no presentó formalmente la renuncia.


Los talibanes pretenden nombrar a Suhail Shaheen, quien fue su portavoz en las negociaciones llevadas a cabo con EE UU en Doha. Todo indica que los van a hacer esperar. Habían pedido que se les permitiera hablar en la Asamblea General de la ONU antes de que finalizara el debate general el lunes por la noche. Pero Estados Unidos dijo que el comité de acreditación no se reunirá hasta noviembre.


Las potencias del Consejo de Seguridad se comprometieron a presionar por «un Afganistán en el que se respeten los derechos de las mujeres y las niñas, un Afganistán que no sea un santuario para el terrorismo, un Afganistán en el que tengamos un gobierno inclusivo que represente a los diferentes sectores de la población», dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, al cabo de la reunión que se llevó a cabo durante la Asamblea General.


El secretario de Estado y los cancilleres de Gran Bretaña, Francia y Rusia hablaron en persona, mientras que el chino Wang Yi lo hizo virtualmente. «