La presidenta del Partido Verde de la provincia de Buenos Aires, Fabiana Zanutti, dijo este viernes que «los carpinchos no estaban de paseo por Nordelta, no son agresivos y son una especie autóctona que debe ser preservada y protegida». «Se trata de un herbívoro estricto, el mayor roedor del mundo, por lo cual no representa una amenaza para las personas», dijo Zanutti a Télam, respecto de las denuncias de los vecinos de un barrio privado de Tigre, en Nordelta, por el creciente número de carpinchos en la zona y los ataques que habrían provocado en sus residencias.
«En un comienzo, los barrios privados adoptaron a los carpinchos como integrantes de sus cuidados parques, resultaban atractivos y generaban una apariencia proteccionista, pero el carpincho en condiciones de buena alimentación y sin predadores nativos, se reproduce en forma escalonada», aseveró Zanutti. Además, sostuvo que «hoy como la población de esos animales silvestres robados de las islas creció, son eliminados o se los considera peligrosos para su entorno, muchos de ellos son liberados a las calles o desterrados de formas inhumanas».
En ese sentido, Zanutti resaltó que para vivir en armonía con el ambiente, es fundamental tener en cuenta que el desarrollo de nuestras comunidades tiene que estar ligado al respeto, la protección y cuidado de los animales, tanto de los que son domésticos como de los que no lo son. «Desde el Partido Verde exigimos que los carpinchos como todo animal silvestre vuelva a su lugar natural de pertenencia y sea parte del equilibrio natural», afirmó la dirigente y destacó que «quienes los llevaron a los barrios privados paguen su reubicación y el gasto de la dirección de Fauna de la provincia de Buenos Aires para su ambientalización a la nueva zona donde son trasladados».
Al respecto, precisó que «la Ley 14.346 de maltrato animal establece penas para quienes maltraten o hagan victimas de crueldad a los animales, pero una vez más las penas son muy livianas para lo que es el sufrimiento animal, o quitarle la vida a un ser vivo». «Por eso proponemos reformar la legislación de protección animal, en colaboración con las asociaciones, con el objetivo de erradicar el abandono y el maltrato y proteger de malas prácticas garantizando su derecho, no solo a los animales de compañía, sino también a los silvestres, de laboratorio y de producción», concluyó.