El titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, aseguró que la tasa de interés puede bajar al 40% si el gobierno de Alberto Fernández acuerda con los sindicatos y empleadores una pauta inflacionaria de alrededor del 30%.

“Las tasas van a bajar cuando baje la inflación. Lo dijo el gobierno, no lo digo yo. Si cierran un acuerdo medianamente razonable con sindicatos en una pauta del 30% la tasa estará en 40 o 45% y dejará de estar por encima del 60%”, planteó el referente del sector en un encuentro con periodistas.

En nombre de los bancos de capital extranjero Cesario lamentó que en 2019 volvieron los controles cambiarios y aumentó la pobreza. El sistema financiero, agregó, “termina con una caída importante del crédito privado. La salida de depósitos en dólares fue de aproximadamente 45% después de las PASO”, una situación que las empresas pudieron capear gracias a que “los bancos están sólidos y con mucha liquidez”, resumió.

“Salimos de una crisis gracias a políticas muy estrictas de los bancos y del BCRA. Este proceso no fue gratuito porque perjudicó la capacidad de prestar. Es menester dejar atrás rápidamente esa situación para poner en marcha el círculo de las exportaciones y generación de divisas”, planteó el empresario.

Deuda y ahorristas

También aseguró que en lo que falta de 2019 y en los primeros días de 2020 “Argentina tiene el resto de llevar adelante la renegociación de su deuda, mostrar voluntad de pago y mantener relaciones comerciales con todo el mundo para una generar riqueza con inserción inteligente utilizando el vínculo con nuestros principales socios económicos”.

En ese sentido afirmó durante una breve exposición formal que “los países desarrollados y los tenedores de deuda quieren y necesitan que el país se recupere, crezca y pueda cumplir con sus obligaciones. El mundo no está diciendo que quiere que al país le vaya bien”. Más tarde, en confianza con la prensa recomendó “una renegociación rápida que deje contento al acreedor”.

El presidente de ABA consideró también que “es esencial cuidar al ahorrista, generar confianza y condiciones para que no pierdan frente a la inflación. Técnicamente es fundamental que la tasa sea positiva en términos reales, solo así podemos salir y crecer en depósitos a plazo que son la materia prima”, aseveró.

El Ejecutivo señaló también que la rentabilidad de los bancos es del 43 por ciento pero una vez más apuntó los condicionamientos de los aumentos de precios: “Para crecer en depósitos es importante recuperar el valor de nuestra moneda atacando la inflación. Más depósitos significan más préstamos. El crédito es sinónimo de igualación social, un factor que permite el desarrollo de todos los sectores de la economía”.

Tributos

Con el pedido del gobierno nacional a las empresas de gestos de solidaridad en el marco de la crisis, Cesario arremetió contra el sistema impositivo. “Nuestro sector está plagado de impuestos distorsivos, sellos, Ingresos Brutos e innumerables tasas municipales. Toda esta carga fiscal la terminan soportando los clientes porque ese costo se traslada” y desalienta las inversiones, argumentó.

En ese marco apuntó también contra algunas administraciones provinciales: “No entiendo por qué van a pedir que se derogue el consenso fiscal que firmaron en 2017-2018. Casi 20 de las 24 fueron superavitarias” recordó.

Bancarización

El titular de la entidad banquera hizo una fuerte defensa de la bancarización de la economía y apuntó que “cerca del 35% de la economía opera en negro perjudicando al trabajador”.

En esa línea informó que los bancos le pidieron al gobierno de Alberto Fernández que colabore para reducir la cantidad de dinero en efectivo. Según dijo el sistema bancario recibe 120 mil millones de dólares (su equivalente en pesos) en sueldos, jubilaciones y planes sociales. Por año salen del sistema a través de las pymes y las personas el equivalente en pesos de 65 mil millones de dólares.

“Al gobierno le propusimos bajar un 30% el efectivo que sale. Eso produciría un impacto fiscal de 5 mil millones de pesos. Para ello hace falta un programa económico y fiscal que enfrente estos cambios. Los bancos invierten en tecnología y homebanking. El desafío de aumentar la bancarización requiere política”.