La quita de pensiones a las personas con discapacidad le ha resultado muy fácil a este gobierno, porque piensa que son indefensos e inútiles en la defensa de sus derechos. Cambiemos no pensó en el pasado, se olvidaron de que este sector con discapacidad tiene mucha historia en defensa de sus derechos, se olvidaron de Los Rengos de Perón, de muchas personas con discapacidad desaparecidas en defensa de sus derechos, olvidaron que este sector sabe defenderse.
Da vergüenza la forma en que se aprovecharon de la confianza que les dio el voto. El gobierno les pagó con las quitas de pensiones, con hambre, con desocupación, con la quita de coberturas médicas y con la quita de su dignidad como sujetos con derechos. Aún hoy no se devolvieron todas las pensiones a sus destinatarios, y con los impuestazos y la inflación, a este colectivo con discapacidad se le hace difícil sobrevivir. Una familia tipo necesita 15 mil pesos por mes para vivir con alguna dignidad, y una persona en situación de discapacidad necesita el doble o el triple de ese monto. No podemos dejar de lado que también han perdido los subsidios en los servicios de luz, agua y gas.
Esta quita de derechos les suprime la poca calidad de vida que llevan. También les suprime la independencia y la libertad de disponer de sus necesidades inmediatas; comprarse en muchos casos sus pañales, suplementos dietarios, medicaciones, o pagarse los taxis y/o remises, porque no todos los servicios de transporte son accesibles para llevar a una persona con discapacidad con movilidad reducida. Como cualquier persona, necesitan mantener una mínima independencia económica para fortalecerse psicológica, física y emocionalmente; ni hablar cuando estas personas tienen una carga familiar, como un cónyuge y/o hijos. Cuando es un familiar el curador que administra esa pensión, se pone más difícil la situación, porque esa persona que cuida también depende de esa pensión para poder hacer una vida digna junto al poseedor del derecho. Según la discapacidad, la vida diaria de la persona es más compleja que otras.
En definitiva, este gobierno los estafó con el marketing de la vicepresidenta en silla de ruedas. Confiaron en sus falsas promesas. Hoy esas personas tienen que interponer recursos de amparo contra sus propios gobernantes que, en vez de defenderlos, los empobrecieron, los aislaron de la sociedad y los mataron de angustia. «
*Secretaria nacional de Discapacidad de la Central de Trabajadores de la Argentina.