Mientras el Europarlamento reconocía a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y España de disponía a hacer lo mismo cuando se cumpla en plazo que el gobierno le impuso unilateralmente a Nicolás Maduro para llamar a elecciones, en la capital mexicana el inquilino de La Moncloa recibía un importante rechazo del primer mandatario local, quien en una conferencia de prensa conjunta explicó las razones afincadas en la historia de la nación azteca para no intervenir en los asuntos de otros países. Al mismo tiempo, Andrés Manuel López Obrador se ofreció a mediar en el país caribeño y junto con Uruguay llamaron a un encuentro el Montevideo de los países «neutrales» en el conflicto que acelera la Casa Blanca para reemplazar al chavismo por la vía golpista.
De visita oficial en México, Pedro Sánchez y AMLO firmaron diversos acuerdos de cooperación, asociación estratégica e inversiones. En un tramo de la conferencia en el Palacio Nacional, ante una pregunta sobre su posición, visiblemente divergente en relación con la del Partido Socialista Obrero Español acerca del gobierno bolivariano, AMLO la inscribió en la invasión francesa de 1861 y la destitución de Benito Juárez, aquel indio zapoteca que promovió la primera Reforma del estado mexicano.
«Los conservadores de entonces fueron al extranjero a buscar a un príncipe y se desconoció al gobierno legitimó de México. (…) Cuando se logró restaurar la republica, Juárez en su primer discurso dijo que entre los dividuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz, y eso es parte de nuestra política exterior». A su lado, Sánchez lo miraba incómodo.
El sábado pasado, el presidente del gobierno español le dio un ultimátum a Maduro para que llame a elecciones presidenciales en ocho días, si no iba a reconocer a Guaidó, el autoproclamado interino. En el parlamento hispano arreciaron las críticas de sectores que fueron claves para que Sánchez, que no fue elegido por el voto popular, fuera ungido premier en junio pasado. Así, el diputado de Podemos Pablo Bustinduy señaló al riesgo de apoyar un golpe que en la práctica está coordinado por el estadounidense Elliot Abrams, quien fuera organizador de los contras para voltear a la Revolución Sandinista y de matanzas en Centroamérica en los años 80.
La posición de Sánchez contradice la de un ex jefe de estado español, José Luis Rodríguez Zapatero, coordinador de una mesa de diálogo que se frustró porque la oposición a última hora se negó a firmar lo que habían acordado en conversaciones que duraron dos años.
En mayo pasado, antes de las elecciones que ganó Maduro pero que no contaron con al presencia de la mayoría de la oposición, que eligió el camino de la abstención, Rodríguez Zapatero explicaba en conferencia de prensa por qué consideraba que había un gran prejuicio en dirigentes y medios de todo el mundo sobre el proceso venezolano, Y aclaraba la transparencia de los comicios que se desarrollaban.
A pesar de estos argumentos, ahora el PSOE hace borrón y cuenta nueva y se suma a la lista de países que toman partido por el desconocimiento de Maduro.
AMLO, sin embargo, desde que asumió su cargo, el 1 de diciembre pasado, mostró que el México que comenzó ese día va en otra dirección que el gobierno de Enrique Peña Nieto, uno de los pilares del llamado Grupo de Lima, antichavista hasta la médula y del que forma parte al Argentina de Mauricio Macri.
No solo López Obrador invitó a la ceremonia de toma del poder a Maduro sino que rechazó, junto con Uruguay, la condena al gobierno bolivariano en Lima. Lo mismo hizo en la reunión de a OEA que estaba destinada por lo menos a repetir la expulsión de Cuba en 19062 y no logró el consenso necesario.
Ahora, AMLO y el gobierno de Uruguay convocaron a una cumbre para encontrar una salida negociada a la crisis y evitar derramamientos de sangre o una intervención armada que repita esquemas ya conocidos en Irak, Libia, Siria, desde 2003 en adelante.
«Los gobiernos de Uruguay y México, en virtud de la posición neutral de ambos frente a Venezuela, organizan una conferencia internacional con representantes de los países y organismos internacionales que comparten esa posición. El encuentro (…) responde al llamado del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, de apostar al diálogo», especifica un comunicado de la Presidencia uruguaya.
«El propósito de la conferencia es sentar las bases para establecer un nuevo mecanismo de diálogo que, con la inclusión de todas las fuerzas venezolanas, coadyuve a devolver la estabilidad y la paz en ese país», dice el texto. «Ambos gobiernos han adoptado una posición de no intervención, a la vez que han externado su preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela», agregan. El encuentro está citado para el 7 de febrero.
En Venezuela, en tanto, este miércoles hubo una marcha de la oposición que fue bastante menos masiva que la primera que convocó Guaidó. El sábado el chavismo también plantea salir a las calles en defensa del gobierno bolivariano.
Paralelamente, gobiernos y organizaciones de periodistas reclamaron por la liberación de varios trabajadores de prensa, entre ellos dos colombianos y un español de la agencia EFE, además de su conductor venezolano, así como dos periodistas franceses de Quotidien, un programa televisivo.
La respuesta del canciller Jorge Arreaza, sin nombrarlos, fue que las autoridades detectaron personas que no tenían permiso para ingresar en el Palacio Miraflores. «Es inaudito e irresponsable que medios de comunicación envíen periodistas sin cumplir con los requisitos mínimos previos que exige la ley de Venezuela, para luego armar un escándalo mediático al que se suman sus gobiernos. Otra faceta de la operación mediática contra el país».
En otro aspecto de lo que hay en juego a estas horas, los precios del petróleo subieron en las principales plazas, como la Intercontinental Exchange (ICE) de Londres y el New York Mercantile Exchange (Nymex). Los analistas lo atribuyen a un «aumento de inventario de crudo y una disminución de existencias de productos refinados, en un contexto de tensiones en Venezuela», según destaca un cable de AFP.