Al menos 22 personas, entre ellas varios niños, murieron este miércoles a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra una clínica de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) situada en el campamento de refugiados de Yabalia, ubicado en el norte de la Franja de Gaza.
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llegaba este miércoles a Hungría, en medio de una polémica acerca de si las autoridades locales deberían detenerlo, debido a la orden de arresto emitida en su contra por los crímenes de guerra y contra la humanidad supuestamente perpetrados en la Franja de Gaza.
En un desafío directo al Tribunal Penal Internacional (TPI), el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, invitó a Netanyahu a su primer viaje oficial a la UE desde que se emitiera la orden.
Frente al ataque en Gaza, la Oficina de Medios del Gobierno, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), denunció lo que consideran es una continuación de «genocidio» sobre Gaza, y han precisado que entre los fallecidos se encuentran al menos 16 niños, mujeres y ancianos; así como «muchos heridos», varios de ellos en estado grave.
Con el ataque a esta infraestructura, son ya 228 centros de desplazados y refugios los que han sido objetivo de ataques israelíes, lo que constata una «flagrante violación de todas las convenciones internacionales que garantizan la protección de los civiles durante los conflictos», según destacan las autoridades gazatíes.
«Atacar una clínica médica perteneciente a una organización de Naciones Unidas constituye un crimen de guerra en toda regla que exige una urgente rendición de cuentas internacional. Observamos con extrema preocupación la continua expansión de la agresión de la ocupación israelí y las matanzas masivas y ataques sistemáticos contra civiles e infraestructuras», han añadido.
Israel/ OPT: Investigate killings of paramedics and rescue workers in Gaza https://t.co/f0d3jGdqbm
— Marcos Gómez (@GomezMarcos) April 1, 2025
El Ejército de Israel afirmó que el objetivo del ataque fueron «terroristas escondidos en un complejo de mando y control» en el lugar, antes de afirmar que la instalación «era una infraestructura terrorista y un centro de reunión de la organización terrorista Hamás».
«El edificio era además usado por el Batallón de Yabalia para promover planes terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)», ha sostenido en un comunicado, en el que ha dicho que «antes del ataque se dieron muchos pasos para reducir las posibilidades de dañar a civiles».
«Hamás viola sistemáticamente el Derecho Internacional y usa de forma cínica y cruel las instituciones civiles y a la población como escudos humanos para sus actos terroristas», ha reseñado, antes de ahondar en que «las FDI y el Shin Bet seguirán actuando contra Hamás para proteger al Estado de Israel».
Sin embargo, Hamás ha denunciado que las «falsas acusaciones» israelíes respecto al uso de la clínica como cuartel general del Batallón Yabalia no son más que «descaradas invenciones destinadas a justificar su atroz crimen».
«Testigos presenciales que estaban dentro de la clínica antes de la masacre refutaron categóricamente estas mentiras, confirmando que todos los que estaban dentro eran civiles, en su mayoría mujeres y niños», reza un comunicado de Hamás recogido por el diario ‘Filastin’.
El Ejército de Israel ha lanzado decenas de ataques contra escuelas y clínicas de la UNRWA desde el inicio de su ofensiva contra Gaza, desatada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos palestinos. El organismo ha denunciado la muerte de 280 de sus trabajadores a causa de los bombardeos israelíes.
BB con Europa Press