El bloque de La Libertad Avanza (LLA) resolverá el martes próximo el apartamiento de la legisladora Lourdes Arrieta, por lo que esa bancada perderá un escaño y quedará con 37 miembros, el mismo número que el espacio del PRO.
Arrieta había quedado en una situación muy delicada después de haber denunciado judicialmente a miembros de su bloque por la visita a represores militares presos en el penal de Ezeiza, y más aún luego de sugerir una responsabilidad del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, por la supuesta autorización de esa incursión en un vehículo oficial.
El miércoles pasado, luego de una sesión especial en la que el oficialismo sufrió un revés político, un grupo de diputados libertarios increpó a la legisladora por haber puesto al desnudo las diferencias internas, y por seguir dando visibilidad a un tema al que LLA necesitaba ponerle un cierre.
Las críticas soliviantaron a Arrieta, quien a los gritos y en llanto empezó a vituperar contra Menem por no haberla defendido y por no hacerse responsable del conflicto, al tiempo que repitió su versión de que el diputado Beltrán Benedit, el organizador del tour a la cárcel de los genocidas, le había hecho «una cama«.
La reacción destemplada y a los alaridos de Arrieta, que quedó registrada en un audio que se filtró en las redes sociales, amplificó el descontento de quienes venían haciendo fuerza para echarla del bloque. Luego de ese episodio, Menem reconoció que la expulsión de Arrieta estaba «en evaluación», pero tuvo que intervenir la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para tomar la decisión definitiva, informó la agencia Noticias Argentinas.
El punto de quiebre fue su testimonio en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, donde la legisladora cargó las tintas contra Menem, a quien culpó de haber autorizado el viaje del grupo libertario a Alfredo Astiz y compañía, pese a que el riojano ya había aclarado que la asignación era automática para quien lo pidiese.
Rocío Bonacci, otra diputada de LLA en la cuerda floja
La otra diputada que se encuentra en conflicto es Rocío Bonacci, quien defendió a Arrieta en los medios y también dijo que fue «engañada» por Benedit al visitar a los represores. Sin embargo, en las últimas horas la santafesina se corrió del foco y por el momento no habría expulsión para ella, a menos que su alejamiento surgiera de su propia decisión.
Tanto Arrieta como Bonacci se refugiaron en las últimas horas en el ala del jefe del bloque del MID, Oscar Zago, quien fuera hasta hace algunos meses atrás el presidente de la bancada libertaria hasta que sufrió en carne propia la expulsión por parte de Karina Milei.
También Marcela Pagano estrechó su vínculo con las dos diputadas, y es una de las que alzará su voz el martes próximo en contra de la expulsión de Arrieta, pese a que ya es cosa juzgada. «Somos pocos. Javier Milei quiere un bloque fuerte y no se puede hacer un bloque fuerte echando gente», señalan quienes resisten la decisión.
La periodista devenida diputada también se encuentra en una situación conflictiva y tiene rivales internos como Lilia Lemoine y Alberto «Bertie» Benegas Lynch. Por esta razón, el apartamiento de Arrieta podría generar una efecto dominó, llevándose en ese movimiento también a Bonacci y Pagano.
Por el momento, la sanción se ejecutará solamente contra Arrieta, y la decisión la comunicará Menem el martes a través de una nota dirigida al secretario parlamentario del bloque, luego de la reunión que mantendrán los diputados liberales.
Se espera que en esa reunión Arrieta se haga presente para hacer su descargo previo a la resolución, que se tomará por votación a mano alzada de los 38 diputados. En ese contexto, Arrieta deberá resolver si armará un monobloque o si se sumará al MID de Zago.