El primer ministro británico, Keir Starmer, anfitrión de los líderes europeos reunidos este domingo en Londres, anunció la formación de una coalición de países dispuestos a defender un acuerdo para poner fin a la guerra de Ucrania y a ser garantes de la paz. Se trata de intento de reparar el baldón de la semana pasada, cuando el francés Emmanuel Macron, el mismo Starmer y el ucraniano Volodimir Zelenski desfilaron por Washington intentando convencer a Donald Trump de continuar la guerra, con el resultado, en este último caso, que se viralizó en las redes sociales.

«Vamos a desarrollar una coalición de (países) dispuestos a defender un acuerdo para poner fin a la guerra de Ucrania y a ser garantes de la paz», dijo Starmer en rueda de prensa tras el encuentro. Además, acordaron mantener la ayuda militar e incrementar la presión económica sobre Rusia, así como defender la necesidad de que Ucrania esté representada en cualquier mesa en la que se negocie la paz.

«No todos los países podrán contribuir, pero eso no significa que nos vayamos a quedar sentados«, argumentó Starmer. «El Reino unido está dispuesto a respaldarlo con presencia militar sobre el terreno y aviones, junto a otros medios», agregó.

Starmer, en una estrategia tendiente a liderar a los europeos continentales, a pesar de que Gran Bretaña optó por dejar la UE en 2016, compite en esa práctica con Macron, quien esta a la espera de que Alemania apruebe la designación del próximo canciller, Friedrich Merz, para revivir el bloque que fue la columna vertebral de la región hasta no hace tanto. Así, el presidente galo propuso una tregua parcial de un mes sobre el espacio aéreo, marítimo y las infraestructuras energéticas por ambas partes para “facilitar avances hacia la paz”..

«Sabemos cómo medirlo. Debemos considerar que el frente a día de hoy es como la línea Paris-Budapest. En caso de un alto el fuego sería difícil verificar que el frente se respeta», señaló Macron. «Tampoco habrá tropas europeas en suelo ucraniano en las próximas semanas. La cuestión es cómo empleamos este tiempo para una tregua factible, con negociaciones que durarían varias semanas y, después, una vez firmada la paz, el despliegue», abundó Macron.

La cita en Londres sirvió para diseñar un plan para cesar el combate en Ucrania y presentárselo al presidente estadounidense, Donald Trump, dijo Starmer desde la Casa de Lancaster, la sede de los contactos en Londres.

«Miren. Hablé con el presidente Trump anoche. No voy a dar los detalles de la conversación, pero no daría a dar ningún paso en esta dirección si no creyera que es algo que puede dar resultado para garantizar que avanzamos juntos: Ucrania, Europa, Reino Unido y Estados Unidos, juntos hacia una paz duradera».

Además, Starmer se refirió a las «garantías» necesarias para evitar «más conflictos». «No quiero conflicto en Ucrania, ni en Europa y evidentemente tampoco en Reino Unido. Quiero estabilidad en Reino Unido«, puntualizó «La forma de garantizar la estabilidad es garantizar que podamos defender un acuerdo en Ucrania porque lo que nos dice la Historia es que si hay conflicto en Europa, llegará a nuestras costas», ha remachado.

A pesar de tanta declaración pacifista, sin embargo, Starmer reveló que destinarán 1.600 millones de libras (más de 1.900 millones de euros) para la adquisición de 5.000 misiles de defensa antiaérea para Ucrania, una inversión que generará empleo en Reino Unido. «Es vital para proteger la infraestructura crítica y reforzar a Ucrania», subrayó. Esta cifra se suma a los 2.200 millones de libras (más de 1.900 millones de euros), anunciados el sábado y respaldados por un préstamo sobre fondos embargados a Rusia.

El dinero servirá para comprar 5.000 misiles «que se fabricarán en Belfast y crearán empleo en nuestro brillante sector de la defensa«, según Starmer, quien por otra parte rechazó que Estados Unidos «no sea un socio fiable» y recordó el apoyo estadounidense «desde hace muchas, muchas décadas».

La cumbre reunió a los jefes de Estado de Ucrania, Francia, Alemania, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia, España, Canadá, Finlandia, Suecia, República Checa y Rumanía y el ministro turco de Asuntos Exteriores junto con el jefe de la OTAN, Mark Rutte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Quedaron ofendidos los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), quienes enviaron su señal de protesta a través del ministro de Asuntos Exteriores lituano, Kestutis Budrys, quien dijo que fue «error» haberlos excluido de la reunión sobre Ucrania. «Ya dijimos que es muy importante para nosotros que Europa esté junta en la mesa», dijo.

Zelenski se mostró conforme con el resultado del encuentro, tras la humillación del viernes en el Salón Oval con Trump y el vicepresidente JD Vance. «Habrá diplomacia para la paz» con «toda Europa y, necesariamente, Estados Unidos», especificó.

El premier húngaro, Viktor Orban, otro ausente en la Casa de Lancaster, en cambio, sostuvo no vio señales auspiciosas en esas conversaciones. «En Londres, los líderes europeos han decidido que se necesita la guerra, no la paz. Han decidido que Ucrania debe continuar la guerra. Esto es un error, un error y un peligro. ¡Hungría permanece del lado de la paz!».

alg con Europa Press y NA