Tras la muerte, en noviembre pasado en Praga, de su compañero Geordie Walker, guitarrista y co-creador de la banda que los hizo famosos e inspiró grupos como Metallica, Nirvana, NIN, My Bloody Valentine y Soundgarden, entre otros, era momento de dar otro paso en una carrera que nunca se detuvo. Pero ya en nuestro país quería hacer algo grande. El Club Malvinas es un espacio donde Jeremy “Jaz” Coleman, frontman de Killing Joke, el grupo creado en Cheltenham (Inglaterra) en 1979 que marcó una época, quiere ayudar a músicos y artistas plásticos que puedan trabajar juntos. Es su manera de aportar.
Enojado con la política exterior y la historia de explotación e imperialismo de su tierra natal, el artista vivió muchos años en Nueva Zelanda, pero encontró en nuestro país un espacio fértil para lo que quiere hacer ya con un gran camino recorrido: abrir puertas a otros para que se desarrollen y muestren su talento. Un escenario interesante para él, puede ser la colaboración entre un artista visual y un artista musical. Su rol es el de aportar para editar por ejemplo vinilo con un libro, para revitalizar la industria discográfica y así también renovar la tradición de la música experimental así como el espíritu a underground que está tanto en su manera de hacer las cosas como en el corazón mismo de la Argentina.
A los 64 años, el referente del post punk londinense, publicó una carta sobre Malvinas (titulada Hacia una sola Argentina) viendo como la soberanía está en juego por lo dichos del presidente Milei. “En 1989 me presentaron a un ex tripulante del HMS Conqueror, el submarino que hundió al Belgrano en la guerra de Malvinas de 1982. Lo que me comentó sobre nuestra conversación me dejó totalmente impactado. Relató la conmoción de la tripulación del HMS Conqueror al escuchar los gritos de los navegantes del Belgrano y de los reclutas aterrorizados mientras se hundía el barco […] La información sensible luego se filtró, ya que, en 1985, un integrante del parlamento británico recibió información por parte del funcionario de rango superior […] Los documentos demostraron que el Belgrano se estaba apartando de la zona de exclusión cuando lo atacaron y hundieron […] La sangre derramada sobre territorio argentino constituye sólo un aspecto de esta trágica saga de imperialismo […] Thatcher debió haber recibido información acerca de los vastos yacimientos de petróleo del norte, sur y este de las islas. Aquellos recursos pudieron sustentar a la Argentina durante el próximo siglo […] La posición actual del Reino Unido es innegociable. Es decir, que la voluntad popular de los isleños tiene soberanía legítima constituye un argumento poco fundado cuando las características demográficas democráticas provienen de habitantes extranjeros que no poseen derechos autóctonos e históricos […] La soberanía territorial y la futura riqueza de la Argentina todavía está en juego. No existe nada más memorable que la reunificación. La Argentina no debe aceptar más que aquello”, afirma el músico en el escrito que muestra su espíritu antiimperialista y su mirada que va en contra de la élite neoliberal que quiere dominar el mundo.