El proyecto de Ley Bases que impulsa el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) obró milagros recientes como la movilización de varias asociaciones de empresarios esta semana, para protestar contra el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), entre otros aspectos de la Ley Bases que considera letales para el futuro del aparato productivo nacional.
La insistencia de los dirigentes pyme rindió frutos esta semana, cuando lograron un espacio en la discusión del tema en comisiones del Senado.
En la intervención, los empresarios pudieron plantear un punto de vista alternativo al de la Unión Industrial Argentina (UIA) que, con mucha mayor capacidad de lobby, domina las conversaciones con legisladores de todos los colores políticos, en representación centralmente de las grandes empresas del sector fabril.
Las pymes impugnan el RIGI al que definen como un sistema de beneficios para los grandes en claro detrimento de las empresas locales. Pero las grandes se defienden argumentando que pidieron a los senadores una serie de modificaciones en favor del universo pyme y alientan a los legisladores a definir la cuestión lo más rápido posible.
Por día, cierra una pyme
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, fue uno de los dirigentes que participó del debate en comisiones. En su exposición presentó información sobre la situación del sector en los últimos tiempos, y su empeoramiento como consecuencia de la política de ajuste que despliega el gobierno de LLA desde el 10 de diciembre.
Rosato advirtió en el recinto que el sector pierde más de una empresa por día como coletazo del programa económico de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, y definió el cuadro como una combinación de recesión con apertura indiscriminada de las importaciones.
En una crítica general a la propuesta del gobierno para el sector, denunció que los pequeños y medianos industriales no pueden competir con la producción importada debido a los costos locales, que en el caso de las materias primas son hasta tres veces mayores comparados con los que paga un productor de otro país.
Asimismo, el dirigente indicó que las pymes pagan la energía un 60% por encima del precio internacional y los impuestos un 30% más caros, sin tener dólares a disposición para pagar importaciones, entre otros problemas.
Pero la principal preocupación fue el proyecto del RIGI. Rosato aseguró a los senadores que el régimen para grandes inversiones va a empeorar todavía más el cuadro descripto: «Es un proyecto que le está diciendo a los grandes inversores que les damos todos los beneficios impositivos para importar con arancel cero, que van a poder traer máquinas nuevas y usadas y repuestos que se producen acá, para después exportar con arancel cero, con disponibilidad de dólares cuando nosotros no tenemos nada de eso», dijo el titular de IPA después de su exposición.
La propuesta de IPA es una baja de los costos a precios internacionales o en su defecto algún tipo de proteccionismo para terminar con los cierres, una reducción de impuestos y una revisión de las tarifas energéticas.
Cuanto antes
En respuesta, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, defendió las gestiones de esa entidad ante los senadores a quienes, consignó, les pidió un régimen especial para inversores nacionales.
No se sabe si ese cambio será tenido en cuenta o no, ni si alcanzará para revertir el panorama que pintaron los empresarios «protestantes», pero Funes de Rioja redobló la apuesta y exhortó a los senadores a convertir el proyecto en ley rápidamente: «La Ley Bases tiene que ser aprobada. No es la misma ley (comparada con el proyecto original), tiene que salir rápido porque las grandes inversiones que miran el país en minería energía están expectantes!, resaltó.
Las pymes creen que el apuro del titular de la UIA es señal de que algo ha cambiado en la relación de fuerzas en los últimos días. Los empresarios se fueron del Senado con la seguridad de que los legisladores rechazarán la iniciativa, que volvería a Diputados. «