El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Leonardo Grosso (Frente de Todos), participó en Con Tiempo en casa, un nuevo ciclo de entrevistas a través del Instagram Live (@TiempoArg) para dialogar sobre la cuarentena preventiva y obligatoria decretada por el gobierno nacional y la actualidad vinculada con la crisis del coronavirus.
Referente de los movimientos sociales, oriundo del distrito de José León Suarez (Partido de San Martin), Grosso comentó que su confinamiento lo comparte con su esposo Guillermo, sus dos perros (Domingo y Ramón) y su gata. Además, señaló que reparte su tiempo entre el trabajo legislativo en forma virtual, estudiando Ciencias Políticas en la Universidad de San Martin por zoom o google class, y también leyendo o mirando películas y series.
Por otro lado, aseguró que también sale a los comedores y merenderos (el Movimiento Evita tiene 3000 comedores en todo el país): “Hemos tenido que transformar en términos de generar viandas y no dejar que la gente coma en los lugares por prevención. Este trabajo fue muy intenso en las primeras semanas en cuanto a la logística pero también por el aumento de la demanda”.
En ese punto, destacó la tarea que se está haciendo desde el Ministerio de Infraestructura con respecto a los 11 hospitales modulares para enfrentar el pico máximo de contagio de la pandemia. “Hoy estuve recorriendo uno de los hospitales modulares en Moreno con aparatología de primer nivel que se están haciendo a un ritmo de 20 días de construcción dura y pareja”, indicó.
Respecto al reclamo de algunas organizaciones sociales y piqueteras que denuncian que no está llegando el alimento suficiente a los comedores, el diputado expresó: “Jamás voy a cuestionar a nadie por reclamar comida” y agregó que “está compleja la situación en los barrios porque hay mucha demanda que se nos duplicó y hasta triplicó en la última semana porque se acabó la guita de los bonos que dio el gobierno- que está muy bien pero eso tiene un límite finito-, y la comida está muy cara”.
“Hay un público que nunca vino al comedor: un albañil. Jardinero, costurera, vendedor ambulante; laburantes que antes juntaban un sueldo hoy están yendo a los comedores”, agregó al tiempo que manifestó.
Asimismo, opinó que “algunos empresarios en este país son terribles, hay empresarios que hay que ponerle los puntos porque la inflación del 3,5% este mes es una vergüenza nacional y eso tiene nombre y apellido, son los tipos que concentrar el mercado de distribución y de producción de dos o tres grandes productos que abastecen la cadena”.
«En esta pandemia los pobres ponen un montón porque están sufriendo mucho, la clase media pone un montón porque está perdiendo mucho, pero cuando les tocas a los muchachos empresariales ya se arma un escándalo», sentenció.
Al ser consultado por este medio sobre la decisión de la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, de buscar legitimar las sesiones virtuales en la esfera judicial, el legislador respondió: «Estuvo muy bien anticiparse a la posibilidad de que el poder económico y por lo tanto Poder Judicial -porque ya sabemos cómo funcionan esas cuestiones en este país lamentablemente todavía- después judicialicen la medida. Nosotros vamos a sesionar igual en forma remota o con la prudencia de mantener la distancia si es presencial».
«Fue una manera inteligente de empezar a desandar un problema que podemos llegar a tener más adelante. Lo que es cierto es que tenemos que empezar a prever todos los escenarios porque también sería poco responsable de nuestra parte sesionar y que eso no tenga sentido en el marco de un aislamiento que es un esfuerzo para toda la población, juntar a todos los diputados y laburantes para que venga un juez a presentar un amparo por lo que tenemos que tomar los recaudaos para poder sesionar y buscar una legitimidad para que las decisiones del congreso después no sean víctimas de presiones judiciales», afirmó.
Finalmente, respecto al rol de la oposición en la pandemia, Grosso distinguió entre los opositores «responsables vinculados a los que gobiernan porque es un sector que tiene que resolver los problemas de la gente» y la posición «más berretinera «que busca generar comidilla para acumular políticamente.
«No me asustan ninguna de las dos pero entiendo que muchos dirigentes del PRO deberían hacer una foto política de cómo dejaron el país el año pasado para poder opinar con la liviandad con la que opinan”, concluyó.